Nexos

Serpientes y desafíos

Cuando entré por primera vez a la Ciudad Universitaria era abril de 1971. Estaba el cielo como el de estos días y me impresionó la explanada con un inmenso pino rodeado de torres.

Por: Ángeles Mastretta

Ilustración: Gonzalo Tassier, cortesía de Nexos

Puebla tenía algunas de las iglesias y casas coloniales más bellas del mundo, pero esos edificios asombrosos, iluminados por serpientes y seres bravíos me atrajeron como hasta hoy me conmueven. Ese lugar resultó al mismo tiempo un desafío y un abrazo. Igual que quien ha encontrado la única respuesta hice el examen de admisión y me cambié de una pequeña universidad privada, apenas dos veces más grande que mi preparatoria, a esa promesa. El primer año de nuestra vida en el ombligo del país lo viví en un cuarto para tres, compartido con dos estatuas de la libertad. Mi hermana y mi prima Alicia. Las tres veníamos de una pérdida y las tres la vivíamos como si fuera posible no cargarla. Pero las tres éramos huérfanas.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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