Por: Gerardo Carrasco
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
La revocación de mandato es una modalidad del plebiscito mediante la cual los electores ejercen su soberanía sufragando sobre la ratificación o revocación del mandato de representantes electos por sufragio universal, antes de que concluyan el periodo de su encargo. Sin embargo, como sostiene Armando Rendón Corona, históricamente se encuentra concebido como un ejercicio tendiente a destituir al detentador de la autoridad, no solamente como una crisis entre poderes sino también como resultado de ataques al sistema democrático por abusos de poder o incumplimiento grave a responsabilidades. Lo anterior quiere decir que el procedimiento de revocación de mandato debe ser extraordinario y llevarse a cabo cuando se presenten condiciones graves que justifiquen consultar a la ciudadanía si debe o no continuar un primer mandatario en el poder. De convertirse en un ejercicio ordinario, se corre el riesgo de que un menor número de personas ordene la terminación anticipada del mandato presidencial que decidió una mayoría en un proceso electoral. Con ello, un sistema presidencialista por elección directa perdería un poco el sentido.
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