Por: Alice Krozer
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Claramente, gustos y capacidades personales condicionarán el involucramiento (además, compromisos poco fotogénicos, limpios o atractivos mediáticamente o de dudosa legitimación social innecesariamente consumirían recursos adicionales para blanqueo corporativo). Esto inevitablemente hace del ejercicio supuestamente caritativo un acto autorreferencial. Al preguntarle a un empresario que siente una responsabilidad “como no te imaginas” qué hace al respecto, responde con un “híjole, muchas cosas” que le implican “mucho estrés, pero también mucha energía que me mantiene vivo, feliz”. De entre las diversas actividades que nombra, sólo una —teatro con jóvenes— aparenta un carácter altruista; las demás son subproductos de su negocio principal. Quizá las perciba como filantrópicas por invertir recursos personales, esperando un efecto multiplicador social.