Por: José Andrés Sumano Rodríguez
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
En los últimos años, Sonora ha experimentado una crisis de violencia asociada a la disputa entre grupos criminales por las diferentes plazas y rutas de tráfico ilegal en el estado. Los homicidios en la entidad han crecido aproximadamente 40 por ciento y Cajeme, un municipio pequeño al sur del estado, presenta la cifra más alta de asesinatos con 180 casos entre enero y abril de 2021. El auge en el consumo de fentanilo en Estados Unidos volvió al estado aún más atractivo para los grupos criminales por su ubicación estratégica para el tráfico de dicha droga. Aunado a lo anterior, en el estado también ha incrementado el tráfico de personas ante las políticas migratorias de Estados Unidos y México, y el tráfico de armas derivado de la creciente demanda de grupos criminales ante los diversos conflictos en los que están inmersos en la zona. Si a esto se le suma la disputa por los recursos naturales del estado, como las minas de oro y litio, Sonora es hoy particularmente estratégico para las organizaciones criminales.