Cuando llegó a la Casa Blanca, Donald Trump podía hacer temblar las acciones de una empresa en Wall Street con un simple tuit. Pero tras varias declaraciones desmesuradas y promesas incumplidas, la palabra del presidente ha perdido crédito en los mercados financieros.
"A fuerza de oírle gritar 'Viene el lobo', nos hemos vuelto un poco insensibles" a sus intervenciones, cuenta Art Hogan, responsable de estrategia de mercado de Wunderlich Securities.
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Trump se afana frecuentemente de los nuevos récords de los índices de Wall Street, y aun el pasado miércoles destacaba en Twitter "el crecimiento virtualmente sin precedentes del mercado accionario después de las elecciones", pero los inversores no hacen tanto caso a sus palabras.
[OBJECT]En septiembre, cuando, en un discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, amenazó con "destruir totalmente" Corea del Norte, el Dow Jones apenas se estremeció y cerró con un alza del 0.18 por ciento.
Cuando el presidente asegura que quiere ver una baja de 15 por ciento en el impuesto a las empresas, lo que sería una ganga para sus accionistas, "sabemos que no es realista", subrayó Gregori Volokhine, administrador de inversiones en Meeschart Financial Services.
Tras la dimisión en agosto del presidente ejecutivo de la farmacéutica Merck de un consejo asesor económico de la Casa Blanca, tras la violencia de Charlottesville, y la respuesta frontal de Donald Trump, que le dijo que así "tenía más tiempo para bajar los precios exagerados de los medicamentos", la acción de la firma ganó 0.47 por ciento.
"Estas provocaciones nunca han sido seguidas por actos contra una empresa o un país, y el mercado se ha inmunizado ante la sarta de tuits" del presidente, señaló Art Hogan.
"Los inversores reaccionan solamente cuando saben que la palabra del presidente es aplicable, que no solo es retórica", dijo por su lado Charles Geisst, profesor de finanzas del Manhattan College y observador de los mercados financieros.
