Este viernes, diversas tiendas de la capital, realizaron de manera de protesta, el ‘cortinazo’ de sus tiendas de abarrotes, tras encontrarse consternados por la iniciativa del Gobierno Federal de incrementar el impuesto a las bebidas azucaradas y otros productos.
En entrevista con algunos comerciantes tenderos, expresaron que dicha medida representa una afectación económica hacia los consumidores.
“Esto nos preocupa muchísimo, ya que tememos de qué nuestros clientes ya no vengan a consumirnos. Todo esto es una cadena económica, ellos nos compran, nosotros compramos a los proveedores y ellos nos ofrecen sus productos, imagínate que no haya los ingresos necesarios, todos nos veríamos afectados”, expresó Nancy Martínez, comerciante desde hace 17 años.
Se estima que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (lEPS), que propone un aumento de 3.0818 pesos por litro a las bebidas saborizadas, provocaría un alza en los precios actuales de las tienditas de la esquina.
“Los clientes si venían por su refresco de tres litros, ahora tendrán dos opciones, una: o compran el mismo refresco ya con el impuesto agregado, o sea más caro, y ya no compra otras cosas que podría llevar a su casa, o dos: se lleva el refresco de menos cantidad para ahorrarse más dinero”, dijo Mónica Hernández, comerciante desde hace 33 años.

Para Nancy Martínez, su venta principal son las bebidas refrescantes, representando para ella un 30 por ciento de sus ingresos. Por lo que si el plan sigue con el impuesto, teme que en un tiempo no muy lejano, cierre por completo su tienda de abarrotes.
“Esperemos una solución por parte de las autoridades para que nadie se vea afectado, por qué no podemos cerrar nuestras tiendas, de eso vivo yo desde hace más de ocho años”, mencionó Martínez.
GCM