El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que, en países con instituciones más abiertas y democráticas, los eventos de malestar social tienen un impacto insignificante en los rendimientos del mercado de valores, pero en países con regímenes más autoritarios, el efecto es grande y negativo.
De acuerdo con lo planteado en un documento, en promedio, los rendimientos del mercado de valores caen 2 por ciento en tres días y alrededor de 4 por ciento en el mes siguiente.
El FMI explicó que las diferencias entre países pueden ocurrir por muchas razones distintas a las instituciones políticas y para profundizar en qué tipo de instituciones podrían ser importantes, realizó más experimentos utilizando las seis medidas de instituciones sociales y políticas que forman los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial.
De estos, dos factores juegan un papel crucial en la mitigación de las reacciones negativas del mercado de valores ante eventos de malestar social: la participación popular en el gobierno y la capacidad del gobierno para regular los mercados de manera que promuevan el desarrollo del sector privado.
Así, indicó el FMI, el volumen de acciones negociadas aumenta drásticamente después de un evento de disturbios severos. A medida que se producen más operaciones cuando los inversionistas no están de acuerdo con el valor de un activo, un mayor volumen de operaciones suele reflejar una mayor incertidumbre sobre las perspectivas.
Señaló que este resultado sugiere que el malestar social afecta los rendimientos del mercado de valores a través de un canal de información indirecto más que a través de una interrupción directa de la actividad económica.
Juntos, aseveró el organismo internacional, estos resultados implican que en países con altos estándares de gobernanza, el malestar social no genera más desacuerdos e incertidumbre sobre el desempeño económico futuro. Esto quizás refleje la capacidad de instituciones más abiertas para reconciliar opiniones divergentes y encontrar compromisos.
Por el contrario, esta flexibilidad puede faltar en sistemas más autoritarios. Allí, las instituciones pueden ser menos capaces de adaptarse a los problemas sociales, lo que significa que los disturbios pueden generar temores crecientes de mayor incertidumbre y disuadir a los inversores.
lvm