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La Unión Europea analiza impuesto a residuos plásticos

FINANCIAL TIMES

Ingresos. Cerca de 42 mil millones de euros irán directo al presupuesto común en lugar de pasar por los gobiernos.

Bruselas prepara un nuevo intento para gravar los residuos plásticos que abarque toda la Unión Europea y emplear las utilidades del comercio de carbono para romper un punto muerto sobre cómo se va a financiar el próximo presupuesto a largo plazo del bloque.

Mientras la UE 27 (los 27 estados miembros de la Unión Europea) se prepara para negociaciones difíciles sobre el próximo presupuesto de siete años que abarca a partir de 2021, funcionarios y diplomáticos le dijeron al Financial Times que los Estados miembros están listos para acordar un impuesto al reciclaje de plásticos, el primer nuevo ingreso de toda la Unión Europea que se destinará a las arcas del bloque desde que se estableció el IVA.

“Tenemos una diferencia del brexit. Los Estados miembros saben esto y con el tiempo tendrán que aceptar nuevas fuentes de ingresos”, dijo un alto funcionario de la Unión Europea.

Como parte de su propuesta inicial de presupuesto en 2018, la Comisión Europea propuso un impuesto sobre el plástico no reciclado, en el que los ingresos irían directamente al presupuesto común en lugar de a los gobiernos que los recaudan. Se estima que el recargo recaudará 42 mil millones de euros en el transcurso del presupuesto que se extiende hasta el año 2027.

Aunque la comisión y el Parlamento Europeo tradicionalmente cabildean por la creación de impuestos paneuropeos, los Estados miembros históricamente se resisten a los intentos de desviar los ingresos de sus arcas nacionales a Bruselas.

Sin embargo, el debate sobre los denominados “recursos propios” cambió, ya que la ronda actual de negociaciones presupuestarias ha demostrado ser particularmente dura debido al agujero de 15 mil millones de euros que dejó la salida de Reino Unido. Cinco gobiernos “frugales” —Alemania, los Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria— dicen que quieren un presupuesto no superior a 1 por ciento del ingreso nacional bruto, muy por debajo de la propuesta de Bruselas de 1.1 por ciento y lo que quiere el Parlamento Europeo de 1.3 por ciento.

Además del impuesto sobre los plásticos, Bruselas tratará de convencer a los gobiernos de un plan más controvertido para desviar las utilidades del sistema de comercio de derechos de emisión de carbono (ETS, por su sigla en inglés) de la Unión Europea al presupuesto común.

Las utilidades del ETS actualmente las recaudan los Estados miembros. Diez de los estados miembros más pobres de la Unión Europea —entre ellos Polonia, Bulgaria, Hungría y Rumania— reciben una parte de las utilidades del ETS para ayudar a financiar inversiones bajas en carbono.

Un funcionario de la Unión Europea dijo que la comisión sugerirá utilizar una parte significativa de todas las utilidades del comercio de carbono para el presupuesto cuando proponga una renovación del ETS a mediados del próximo año.

Bruselas quiere que el ETS se convierta en una fuente más lucrativa de nuevo efectivo, ya que intenta ampliar el sistema para incluir la industria marítima y reducir el número de derechos de emisión gratuitos que se otorgaron a las líneas aéreas en un intento por aumentar el precio del carbono bajo su plan European Green Deal (Acuerdo Verde Europeo).

Un alto funcionario advirtió que las negociaciones sobre cómo reformar el ETS y qué hacer con las utilidades serían mucho más polémicas que el impuesto sobre los plásticos. “Siempre es más fácil crear nuevas fuentes de ingresos en lugar de quitar el dinero existente como sucede con el ETS”, dijo la persona.

En 2018, la comisión propuso tomar una participación de 20 por ciento de los ingresos de ETS para destinarla al presupuesto. Zsolt Darvas, de Bruegel, el grupo de expertos, dijo que la cantidad de dinero en juego era insignificante, estimando que podría generar 2 mil 100 millones de euros al año, o 14 mil 700 millones de euros durante 2021-27, dependiendo del precio del carbono y los volúmenes de subasta.

Es probable que los países más pobres que reciben una parte de los fondos del ETS presenten la mayor cantidad de objeciones, dijeron diplomáticos. La idea necesitaría un apoyo unánime para ser aceptada.

Es probable que cualquier movimiento para abrir la puerta de los recursos propios a la Unión Europea se encuentre con la resistencia de países que han sido escépticos de otorgar a Bruselas poderes autónomos de recaudación de impuestos.

Helen McEntee, ministra de Asuntos de la Unión Europea de Irlanda, le dijo al FT en diciembre que era necesario seguir trabajando en la creación de un impuesto sobre los residuos plásticos y que cuando se trata del uso del ETS como recursos propios, su país no apoya la idea

“Decir que de alguna manera podría implementarse o podríamos tener una propuesta creíble de aquí al año que viene no es realista para nosotros”, dijo McEntee.

Pero los diplomáticos de los gobiernos “frugales” que son contribuyentes netos dijeron que están listos para tragarse sus propios recursos si eso significa que podrían mantener su límite máximo de 1 por ciento de los ingresos nacionales brutos. 

Un diplomático dijo que los Estados miembros solamente aceptarían la idea del impuesto sobre los plásticos hasta el final de las negociaciones en un intento por lograr que el Parlamento Europeo se suba a bordo. “Será sacar el conejo de la chistera para que el parlamento esté de acuerdo”, dijo el diplomático.


Nuevo gravamen

Los Estados miembros están listos para acordar un impuesto al reciclaje de plásticos, el primer nuevo ingreso de toda la Unión Europea que se destinará a las arcas del bloque desde que se estableció el IVA.

Resistencia

Aunque la Comisión y el Parlamento Europeo tradicionalmente cabildean por la creación de impuestos paneuropeos, los Estados miembros se resisten a los intentos de desviar los ingresos de sus arcas nacionales a Bruselas.

Hueco por brexit

El debate sobre los llamado recursos propios cambió, ya que la ronda actual de negociaciones presupuestarias ha demostrado ser particularmente dura debido al agujero de 15 mil mde que dejó la salida de Reino Unido.

Presupuesto

Bruselas también quiere convencer a los gobiernos de un plan más controvertido para desviar las utilidades del sistema de comercio de derechos de emisión de carbono (ETS) de la UE al presupuesto común. 

Apoyo

Las utilidades del ETS las recaudan los Estados miembros; los más pobres reciben una parte para ayudar a financiar inversiones bajas en carbono.


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Notivox Diario.

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