En 2017, cuando CivilisedBank anunció que obtuvo la licencia, el prestamista de pequeñas empresas parecía ser el último en una ola de startups que tratan de disrumpir el mercado bancario en Reino Unido.
Sin embargo, más de dos años después, resultó ser parte de una tendencia menos positiva, un aumento en los retrasos para autorizar a los nuevos bancos y una caída pronunciada en el número de lanzamientos bancarios.
Solamente dos nuevos bancos obtuvieron licencias en 2019, y todavía ninguno de ellos empezó a aceptar depósitos de clientes. CivilisedBank —ahora con el nuevo nombre de Allica— fue uno de ellos, después de tener que devolver su licencia original el año pasado debido a que sus sistemas de tecnología de la información no estuvieron listos a tiempo para cumplir con los requisitos del Banco de Inglaterra.
Otras compañías que quieren ser bancos esperaban abrir sus puertas este año, pero todos se toparon con retrasos, entre ellos Zopa, uno de los primeros prestamistas peer-to-peer, Distribution Finance Capital, Recognise Financial Services, y LQID.
Algunos de los retrasos fueron provocados por asuntos de idiosincrasia, el proceso de solicitud de DF Capital se prolongó el mes pasado cuando su director ejecutivo salió de la compañía después de una “investigación sobre su conducta personal”. Pero la compañía ya tenía meses de retraso en comparación con su objetivo original.
Los solicitantes recientes y otras personas familiarizadas con el proceso de solicitud dijeron que la tendencia se debía en parte al creciente escrutinio y la escasez de recursos, ya que los reguladores hacen malabarismos con prioridades que compiten entre sí como el Brexit y la supervisión de empresas más grandes.
Si bien personas cercanas al Banco de Inglaterra enfatizaron que no hubo cambios para ninguno de sus estándares para los nuevos bancos, tres solicitantes dijeron que sentían una mayor presión para demostrar la seguridad de sus negocios a la luz de las advertencias recientes sobre el modelo de riesgo de los challenger banks (plataformas 100 por ciento digitales que ofrecen servicios financieros y operan únicamente en línea) y las cuestiones sobre la sustentabilidad de sus modelos de negocio.
“Tenemos el mismo conjunto de requisitos, pero creemos que los reguladores ponen un poco más de énfasis que hace unos años cuando no había challenger banks y faltaba competencia en asegurarse de que estos nuevos participantes sean resistentes”, dijo una persona con información sobre el proceso.
Los reguladores estaban muy interesados en alentar a los nuevos prestamistas a raíz de la crisis financiera para aumentar la competencia en los mercados de banca minorista y comercial del Reino Unido, que están dominados por unos cuantos bancos importantes. Sin embargo, la Autoridad de Regulación Prudencial del Banco de Inglaterra (PRA, por sus siglas en inglés), organismo que supervisa a los grandes bancos y aseguradoras, advirtió este año que muchos challenger banks estaban tomando atajos en su búsqueda del crecimiento.
Rich Wagner, director ejecutivo de Cashplus, un fintech de 14 años de antigüedad que tiene el objetivo de obtener una licencia bancaria el próximo año, dijo: “Por supuesto que nos gustaría obtener nuestra licencia lo más rápido posible porque estamos entusiasmados con las oportunidades que se abren, pero apreciamos lo importante que es para la PRA y la FCA (Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido) proteger a los clientes y garantizar la seguridad del sistema financiero”.
Es probable que haya un repunte en las adjudicaciones de licencias en 2020, ya que las empresas que se toparon con retrasos este año van a completar el proceso, junto con nuevos solicitantes como Cashplus, que ya realiza préstamos y ofrece cuentas corrientes utilizando una licencia más limitada de dinero electrónico.
Sin embargo, los expertos sugieren que es poco probable que en el largo plazo se regrese a los números crecientes de nuevos bancos que se pudieron ver entre 2015 y 2017, cuando se lanzaron compañías como OakNorth, Monzo y Starling.
“Ha habido mucha reflexión por parte de las personas que pasaron por el proceso acerca de si lo harían todo de nuevo”, dijo Tom Graham, director gerente de Accenture y director del programa en su acelerador Fintech con sede en Londres.
“Muchas empresas se dieron cuenta de que no es necesario tomarse la molestia de recaudar enormes cantidades de capital, no se necesitan los gastos generales de un banco para ayudar a las personas a administrar su dinero”.
Los reguladores también cambiaron su enfoque de alentar la proliferación de nuevos bancos a asegurar que los prestamistas pequeños y medianos actuales puedan crecer de manera segura. En el banquete anual de los reguladores en la Mansion House de la City de Londres en octubre, el director ejecutivo de la PRA, Sam Woods, dijo que a los expertos en competencia del regulador se les encargó la tarea de “desenterrar todo lo que puedan encontrar sobre las barreras del problema del crecimiento".
Zopa, DF Capital, LQID, Recognize y el Banco de Inglaterra no quisieron hacer comentarios. Mark Stephens, director ejecutivo de Allica, dijo: “Después de recibir nuestros permisos reglamentarios de la PRA y la FCA el 5 de septiembre, hicimos el lanzamiento según lo planeado y seguimos mejorando nuestra propuesta”.
Tendencia
Las empresas con miras a convertirse en bancos se han enfrentado a retrasos para conseguir la autorización y una caída pronunciada en el número de lanzamientos.
Nuevos jugadores
Las compañías que esperaban abrir sus puertas este año, pero se toparon con retrasos, fueron Zopa, uno de los primeros prestamistas peer-to-peer; Allica, Distribution Finance Capital, Recognise Financial Services, y LQID.
Problemática
Los solicitantes recientes dijeron que la tendencia se debía en parte al creciente escrutinio y la escasez de recursos, ya que los reguladores hacen malabarismos con prioridades que compiten entre sí como el brexit y la supervisión de empresas más grandes.
Escepticismo
Los expertos sugieren que es poco probable que en el largo plazo se regrese a los números crecientes de nuevos bancos que se pudieron ver entre 2015 y 2017.
Miedos
Los reguladores también cambiaron su enfoque de alentar la proliferación de nuevos bancos a asegurarse que los prestamistas pequeños y medianos actuales puedan crecer de manera segura.