Negocios

Quedarse en casa puede perjudicar la economía

El mercado es menos flexible sin movilidad y la gente pierde oportunidad de empleo si no puede mudarse

La pandemia alimentó una carrera por el espacio de los habitantes encerrados; sin embargo, los datos de Estados Unidos sugieren que el aumento de las reubicaciones fue temporal. La tendencia a largo plazo es que la gente se quede en su sitio. En 2021 las personas tenían menos de la mitad de probabilidades de mudarse que en la década de 1970, de acuerdo con el censo de EU.

Aun así, los estadunidenses son más libres que los ciudadanos de casi todos los demás países. Una excepción es Australia, donde casi la mitad del país se muda en un periodo de cinco años, de acuerdo con las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La movilidad es especialmente baja en los países del este y del sur de Europa. Esto puede estar relacionado con las tasas de propiedad de la vivienda, que a menudo están por encima de 80 por ciento.

Una de las explicaciones de la desaceleración de la movilidad es el cambio en los patrones de empleo. La necesidad de desplazarse para encontrar trabajo se ha reducido en Reino Unido desde la década de 1990, según el grupo de expertos Resolution Foundation. El envejecimiento de la población y el aumento de los hogares con dos personas que obtienen remuneración también hacen que las mudanzas sean menos probables o más difíciles de organizar.

La inflación desenfrenada del precio de la vivienda, alimentada por el dinero fácil de la pandemia, puede poner la escalera de la vivienda —o el siguiente peldaño de la misma— fuera de su alcance. De acuerdo con un estudio, un aumento de dos puntos porcentuales en el impuesto del timbre (o impuesto de transmisión patrimonial)  en Reino Unido redujo la movilidad en 37 por ciento.

Es comprensible que a la gente no le guste tener que mudarse para salir adelante. La campaña de nivelación, que aborda la desigualdad geográfica, recién anunciada por el gobierno británico, es un reconocimiento de ello, pero una sociedad más anclada tiene algunos inconvenientes.

La inmovilidad perjudica a la economía, no solo porque hace que la gente deje de gastar en nuevos muebles y alfombras. También hace que el mercado laboral sea menos flexible. Si la gente no puede mudarse de casa, no podrá aceptar mejores trabajos o trasladarse a una zona más productiva del país. Los macroeconomistas encontraron un vínculo entre el aumento de la propiedad de la vivienda y el aumento del desempleo, aunque esto puede verse debilitado por la tendencia que hay de trabajar desde casa.

También puede haber un impacto más sutil. Mudarse es estresante. Sin embargo, desde la década de 1970 ha aumentado mucho el número de estadunidenses que se sienten atrapados en su vecindario, según un estudio realizado por un psicólogo de la Universidad de Princeton y sus colegas. Esto se correlaciona con una reducción de la confianza, la felicidad, la asunción de riesgos y el optimismo.

Mudarse no solo puede beneficiar a la economía, también puede mejorar el estado de ánimo de la gente.


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Notivox Diario.

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