A la Muerte Negra a menudo se le atribuye la transformación de las relaciones laborales en Europa. Los campesinos, ahora escasos, pudieron negociar mejores términos y condiciones; los salarios comenzaron a subir a medida que los señores feudales competían por los trabajadores. Afortunadamente, una tasa de mortalidad mucho más baja significa que es poco probable que una transformación de ese tipo se produzca después del coronavirus. Por el contrario, los responsables de la formulación de políticas deben evitar que un aumento impresionante del desempleo marque a una generación con niveles de vida más bajos.
Las cifras recientes sobre la pérdida de empleos son realmente impresionantes. En Estados Unidos, el desempleo causado por el cierre probablemente eliminó una década de crecimiento del empleo. Economistas estiman que el aumento de 22 millones de las solicitudes del seguro de desempleo en el último mes representa pérdidas de puestos de trabajo equivalentes al aumento del empleo desde la recesión mundial de 2009. EU no es el único: España perdió al menos 900 mil plazas laborales; las solicitudes de crédito universal de Gran Bretaña aumentaron en 1.4 millones.
Es probable que se produzcan más. Si bien las extraordinarias cifras en parte reflejan la repentina interrupción de la actividad económica —acumulando en semanas la pérdidas de empleos que tardarían meses o años en una recesión ordinaria— no incluyen al personal con licencia sin derecho a remuneración. Un número desconocido de trabajadores en esta situación puede encontrar que sus trabajos simplemente desaparecieron al momento en que terminen los cierres, en particular en algunos de los sectores más afectados como el turismo, entretenimiento y hospedaje.
Sin embargo, los intentos de asegurar que las empresas mantengan a los trabajadores son vitales para minimizar tanto como sea posible el daño económico a largo plazo. Donde el trabajo simplemente puede reanudarse sin mucho riesgo de propagar el virus y crear una segunda ola de infecciones, debería hacerlo, evitando que las habilidades se atrofien y la pérdida de tiempo de que los trabajadores tengan que volver a solicitar sus trabajos.
Al sistema kurzarbeit de Alemania que inspiró los planes de licencia sin remuneración de la actualidad se le atribuye la ayuda a la rápida recuperación del país después de la crisis financiera de 2008.
Estos esquemas pueden evitar una importante cantidad del desempleo cíclico ordinario que acompaña a una recesión. Los economistas del Deutsche Bank estiman que la tasa de desempleo de Alemania alcanzará un máximo de 6 por ciento. En Estados Unidos la tasa ya puede ser de 20 por ciento.
Sin embargo, en el mediano plazo, muchos trabajos simplemente van a desaparecer. Incluso una vez que terminen los cierres oficiales, pasará mucho tiempo hasta que los consumidores nerviosos regresen a los restaurantes y lugares turísticos. En otras áreas, el cierre acelerará las tendencias a largo plazo, como el cambio para alejarse de las tiendas físicas del comercio minorista, una de las mayores fuentes de empleo. Las empresas de todo el mundo pueden emprender una reestructuración seria antes de fin de año, ya que luchan por hacer frente a niveles mucho más altos de deuda y una menor demanda.
La prioridad debe ser conducir a los desempleados a nuevos puestos de trabajo rápidamente. El apoyo fiscal y monetario tendrá que desempeñar su papel habitual. Los gobiernos deberán encontrar la manera de ofrecer “flexiseguridad”, haciendo que los mercados laborales sean lo suficientemente flexibles como para crear nuevos empleos y al mismo tiempo garantizar que los trabajadores tengan la protección adecuada. Las demandas de mejor trato para las personas con baja remuneración, que están asumiendo la carga de esta crisis, solo se harán más fuertes.
De manera inusual, el desempleo masivo coexiste con una profunda escasez de mano de obra. Las compañías agrícolas transportan en vuelos a trabajadores estacionales para que recojan la fruta; España permite que los desempleados conserven sus prestaciones por desempleo si trabajan en la tierra. El sector de atención de salud de Reino Unido le pidió al gobierno que se permita que los trabajadores en licencia sin remuneración proporcionen cobertura temporal sin perder el salario. También hay demanda en los supermercados y personas para entregas.
Los cierres cambiarán el trabajo. Para muchos eso significa trabajar en línea en lugar de ir a la oficina; para millones será una ruptura mucho más profunda. La política debe garantizar que no sea duradera.
Global
Solo entre abril y junio de este año, el covid-19 hará desaparecer del mundo 6.7% de las horas de empleos, que equivale a la pérdida de 195 millones de puestos laborales a tiempo completo, reveló la OIT. Su efecto sobre el empleo será devastador, superando con creces lo sucedido en la crisis de 2008.
España
La pandemia del coronavirus ha provocado al menos 900 mil empleos perdidos. Este país permite que los desempleados conserven sus prestaciones por si trabajan la tierra.
Gran Bretaña
Las solicitudes de crédito universal aumentaron 1.4 millones. El sector de atención de salud de Reino Unido pidió al gobierno que se permita que los trabajadores en licencia sin remuneración proporcionen cobertura temporal sin perder el salario.
Estados Unidos
Algunos economistas estiman que el aumento de 22 millones de las solicitudes del seguro de desempleo en el último mes representa una pérdida de puestos de trabajo equivalentes a la creación de plazas desde la recesión mundial de 2009.