En la década de 1960, cuatro jóvenes de Liverpool ayudaron a evitar una crisis de balanza de pagos británica. Los Beatles, que en ese momento ganaban 650 dólares por segundo a precios de 2014 durante una gira por Estados Unidos en 1965, ayudaron a proporcionar las divisas extranjeras necesarias para que Reino Unido pudiera pagar a los acreedores extranjeros y comprar las materias primas esenciales para mantener el resto de la economía en marcha . Sin este tipo de ganancias “invisibles” la cuenta corriente de Reino Unido habría estado en déficit constante durante la década de 1960.
En la actualidad, cuando Gran Bretaña nuevamente enfrenta la posibilidad de un cambio drástico y repentino en sus relaciones comerciales con el resto del mundo, las industrias creativas una vez más ayudan a proporcionar un contrapeso para la economía. Las cifras oficiales muestran que la industria del cine y la televisión es la parte de más rápido crecimiento de la economía, lo que ayuda a compensar la debilidad.
En general, la industria del cine, la televisión y la música crecieron 43 por ciento desde principios de 2016, en comparación con 6 por ciento en el sector de servicios como un todo. Este éxito impulsa la inversión empresarial: Sky, el proveedor de televisión de paga, está construyendo un nuevo conjunto de estudios en Elstree, al norte de Londres, el hogar de la industria cinematográfica británica donde se filmaron Star Wars e Indiana Jones, así como la primera película “hablada” europea, Blackmail (Chantaje) de Alfred Hitchcock.
Proliferan los nuevos estudios, a menudo con el financiamiento del gobierno local. His Dark Materials (La Materia Oscura), que actualmente se transmite en la BBC y HBO, fue la primera producción que se filmó en Wolf Studio Wales en Cardiff. Belfast Harbour Studios se está expandiendo, al igual que Titanic Studios, también en la capital de Irlanda del Norte, donde se grabó Juego de Tronos (Game of Thrones). Liverpool, en el noroeste de Inglaterra, planea construir un “Pinewood del Norte” en la antigua sede de la compañía de pedidos por correo Littlewoods. En Escocia, el gobierno financió el desarrollo de Pentland Studios cerca de Edimburgo.
En parte, el reciente éxito del cine y la televisión se debe a los créditos fiscales que se introdujeron en 2007 y prorrogó el ex canciller George Osborne en 2012. Las producciones que operan en Reino Unido pueden reclamar un reembolso de sus gastos. Sin embargo, el crecimiento también refleja el hambre que tienen los gigantes del entretenimiento por el contenido: los estudios y las compañías de producción británicas están bien posicionados para absorber trabajos por comisiones, ya que la audiencia estadunidense todavía asocia los acentos británicos con la historia y la calidad.
Expectativas
Pocos piensan que el auge actual de la televisión de alta calidad se puede sostener. Netflix, Amazon, Apple y Disney están comprometiendo miles de millones de dólares en una competencia de “gastar para ganar”. Algunos analistas comparan las guerras de streaming con una “fiebre del oro”.
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