General Motors está en conversaciones para vender su planta de Lordstown, Ohio, al desarrollador de camiones eléctricos Workhorse y prometió sumar puestos de trabajo en otras plantas en el estado, donde su recorte provocó una polémica política.
GM dijo el miércoles que discutió la venta de la planta ensambladora de Lordstown a Workhorse y a una “entidad afiliada recién formada” en un acuerdo que llevaría empleos de producción y ensamble de vehículos eléctricos a la planta. La automotriz también planea invertir 700 millones de dólares en otras tres plantas de Ohio, creando 450 empleos de fabricación.
La noticia la dio a conocer por primera vez el presidente Donald Trump, quien tuiteó elogios a la directora ejecutiva, Mary Barra, y dijo que estuvo “trabajando muy bien con GM para lograr esto”.
GM enfrentó la presión pública de Trump y de los legisladores para mantener abierta la planta de Ohio, incluso cuando la compañía prometió grandes reducciones de costos, incluyendo el recorte de 14 mil puestos de trabajo, en un intento por adelantarse a cualquier desaceleración en el sector. El grupo automotriz con sede en Detroit dijo que podría ofrecer a la mayoría de los trabajadores afectados diferentes puestos dentro de la compañía.
“La economía de Estados Unidos y nuestro negocio principal son sólidos, por lo que podemos ampliar nuestro compromiso con la fabricación de EU y Ohio y crear oportunidades de trabajo para nuestros empleados”, dijo Barra en un comunicado el miércoles. “También esperamos con el tiempo traer más empleos a Estados Unidos en apoyo a las disposiciones esperadas del T-MEC”, el acuerdo comercial sucesor del TLCAN.