Cuando empezó a escasear el metal para las monedas durante la Primera Guerra Mundial, el Reichsbank (el banco central de Alemania entre 1876 y 1945) permitió que las ciudades alemanas imprimieran su propio efectivo. Si bien el instituto pudo solo aliviar la escasez de efectivo, terminó desatando una oleada de creatividad. Los billetes coloridos y ricamente decorados, conocidos como notgeld o “dinero de emergencia”, actualmente están en exhibición en la galería del dinero del Museo Británico, un registro espectacular de una era turbulenta.
Tras el termino la guerra, los billetes continuaron en un área legal gris, en su mayoría como artículos de colección. Fueron una mina de oro para los gobiernos locales, que los decoraron con anuncios de la zona. Algunos diseños recordaban el folclor: un billete expresionista de Auerbach, en Sajonia, muestra una historia local del alcalde calmando a los alguaciles al cocinar albóndigas.
El notgeld ofrece una perspectiva diferente sobre la República de Weimar, de acuerdo con Johannes Hartmann, el curador de la exposición. Si bien la mayoría de la gente piensa en Berlín o Munich y relaciona el periodo con cabaret, jazz y liberalismo, dice, la elección de los diseños ofrece una idea sobre las actitudes más conservadoras de los pueblos pequeños. Muchos de los notgeld presentan héroes nacionalistas como Paul von Hindenburg. Otros exponen sentimientos oscuros y violentos; uno de Tostedt muestra “usureros” judíos linchados.
Los billetes y monedas físicas, como estas, pueden proporcionar a los historiadores una idea del tipo de imagen que el gobierno quería proyectar. Durante la Revolución de EU, el estado de Maryland imprimió billetes donde se muestra al rey Jorge III pisoteando la Carta Magna.
Este tipo de proyección de imágenes se exhibió en Reino Unido con el lanzamiento de una moneda de 50 peniques para conmemorar el brexit. En el reverso está la leyenda, “paz, prosperidad y amistad con todas las naciones” y la fecha de la salida formal de Gran Bretaña de la Unión Europea. La referencia oblicua (la siguiente línea de la cita de Thomas Jefferson sobre la cual hace eco la frase se refiere a “involucrarse en alianzas con ninguna”) parece un intento de documentar divisiones con sentimientos aceptables que apoyan la cooperación internacional.
La mayor parte del efectivo es un registro solo de la historia oficial, pero el dinero alternativo como el notgeld, los “centavos sufragistas” mutilados, y las monedas locales, como la libra de Bristol —que se informó la semana pasada al borde del colapso—, nos cuentan más sobre las subculturas, contraculturas e identidades locales que a menudo están ocultas.
Si bien es posible que ya no tenga los fondos para seguir adelante, la libra de Bristol se lanzó en 2009 para estimular la economía de la ciudad al tratar de mantener los fondos dentro de la zona. La teoría era que la moneda que solo se podía gastar localmente dejaría de “filtrarse” y ayudaría a expandir la economía en general.
Hay un precedente para el éxito del modelo. En 1932, el alcalde de Wörgl, en Austria, lanzó una moneda. El dinero llegó como una versión temprana de las tasas de interés negativas: perdería valor cada mes a menos que el portador comprara un sello. El crecimiento económico resultante del aumento en la oferta de dinero —la ciudad construyó un salto de esquí, mejoró el alumbrado público y el drenaje— llegó a conocerse como El Milagro de Wörgl.
Al parecer, la libra de Bristol no llegó a resultados similares. En parte, esto refleja la escala: alrededor de 5 millones de libras en transacciones ocurrieron en los cinco años desde su lanzamiento, mientras que Bristol tuvo un “valor agregado bruto” anual de aproximadamente 14 mil 200 millones de libras en 2017. También refleja la naturaleza voluntaria del proyecto. En Wörgl, el dinero impreso se utilizó para pagar los salarios y los trabajadores lo aceptaron porque la ciudad les permitió usarlo para pagar sus impuestos atrasados. En Bristol había pocos incentivos más allá del sentimiento cívico.
El notgeld muestra que el dinero puede ser más que una simple herramienta de la economía: también es un reflejo de las culturas y los valores. Las áreas que lanzaron monedas locales son famosas por contener, así como por puntos de privación extrema, el tipo de profesionales voluntarios con conciencia social que ayudan a impulsar una economía. El dinero puede hablarnos de algo más que solo la economía.
Monedas locales
El dinero alternativo o de emergencia se basa en monedas de una comunidad; se crean con el objetivo de impulsar la economía y combatir la escasez de efectivo.
Los diseños
El dinero de emergencia o notgeld se caracteriza por incluir billetes coloridos, decorados con el folclor de la comunidad; algunos presentan héroes nacionalistas, mientras que otros exponen sentimientos.
Sentimientos
Durante la Revolución de Estados Unidos, el estado de Maryland imprimió billetes donde se muestra al rey Jorge III pisoteando la Carta Magna.
Brexit
Reino Unido lanzó una moneda de 50 peniques para celebrar su salida de la Unión Europea. Incluye la leyenda. “Paz, prosperidad y amistad con todas las naciones”.
Libra Bristol
En 2009, Reino Unido emitió la libra Bristol, con el objetivo de estimular la economía de la ciudad al tratar de mantener los fondos dentro de la región.
Milagro de Wörgl
En 1932 el alcalde de Wörgl, en Austria, lanzó una moneda alternativa y el crecimiento de la ciudad fue tal que llegó a conocerse como el El milagro de Wörgl.
Exposición
La exposición sobre este tipo de dinero estará disponible hasta el 29 de marzo de 2020 en el Museo Británico.