China pronto representará menos de la mitad de las importaciones de bajo costo de Estados Unidos procedentes de Asia por primera vez en más de una década, según indican nuevos datos, a medida que las empresas occidentales sacan sus operaciones del país.
De acuerdo con un índice anual de reshoring (deslocalización) de Kearney, la consultora de administración con sede en Chicago, los esfuerzos de EU por reducir su dependencia de China, así como los compradores estadunidenses sensibles a los precios, están impulsando el comercio hacia alternativas de menor costo en Asia.
“A finales de 2023, la participación de China en las importaciones estadunidenses” procedentes de países asiáticos de bajo costo, que excluyen a Japón y Corea del Sur, “caerá por debajo de 50 por ciento”, dijo Patrick Van den Bossche, uno de los autores del informe.
Las naciones son los mayores socios comerciales uno del otro. El año pasado, los productos chinos representaron 50.7 por ciento de las importaciones de EU de productos manufacturados procedentes de países asiáticos, de acuerdo con el Índice Kearney Reshoring. Esta cifra es inferior al 70 por ciento de 2013.
Mientras que las exportaciones de China se redujeron, las importaciones de Vietnam se duplicaron en los últimos cinco años y se triplicaron en los últimos diez, según el índice Kearney. India, Taiwán y Malasia también contribuyeron a una mayor participación de productos procedentes de Asia que consumen los estadunidenses.

“Las importaciones estadunidenses procedentes de otros países como Vietnam han ido aumentando a medida que los productores trasladan la fabricación fuera de China”, dijo Tu Xinquan, decano del Instituto Chino de Estudios de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía de Pekín.
La reubicación de la fabricación fuera de China al principio se estimuló por los aranceles proteccionistas de la era Trump sobre los bienes, así como por la escasez de mano de obra en China que hizo subir los salarios y los costos, pero la segregación comercial entre las superpotencias se aceleró bajo la administración Biden.
Según Van den Bossche, las nuevas leyes estadunidenses “siguen provocando un aumento de las inversiones fuera de China hacia EU y México, por ejemplo, en la fabricación de semiconductores y baterías para vehículos eléctricos”, en referencia a leyes como la de Reducción de la Inflación y la Ley de Chips y Ciencias.
En un informe de marzo, los analistas de Morgan Stanley señalaban: “El aumento de los costos laborales en China, las tensiones geopolíticas y los problemas de derechos humanos alentaron a otras empresas a depender menos de Pekín como ‘fábrica del mundo’”.
Los volúmenes de contenedores también reflejan un desplazamiento de las importaciones estadunidenses desde otros mercados asiáticos de bajo costo a expensas de China.
La participación de China en el total de las importaciones estadunidenses de contenedores descendió desde un máximo de 42.2 por ciento en febrero del año pasado hasta 31.6 por ciento en marzo de este año, aunque desde entonces subió de nuevo a medida que su economía se reabre después de los controles de la pandemia, según la empresa de tecnología logística Descartes, con sede en Canadá. La participación de India y Tailandia creció ligeramente hasta 4.1 y 3.8 por ciento, respectivamente, entre febrero de 2022 y abril de 2023.
Phoebe Gao, del fabricante de calzado UT Footwear, de la provincia de Fujian, en la costa meridional de China, dijo que algunos productores dan un giro para ofrecer productos de gama más alta y servicios mejorados para competir con “estilos básicos” que ofrecen proveedores más baratos en el extranjero.
Algunos incluso ven más lejos, ampliando su presencia en el sudeste asiático y más allá, a medida que aumenta la inflación mundial y suben los salarios. El fabricante de calentadores de agua Guangdong Vanward New Electric anunció la apertura de plantas de producción en Egipto y Tailandia, en respuesta a la demanda de clientes estadunidenses.
“O te acercas al mercado o te acercas a tus recursos”, dice Simon Goh, director general de Arise IIP China, que opera zonas industriales de fabricación en colaboración con gobiernos locales africanos.
Pero hay un límite a la parte de la fabricación en China que prácticamente se puede reemplazar en otro lugar, dijo Van den Bossche de Kearney.
