Héctor de Hoyos, presidente de la Asociación de Engordadores de Ganado Bovino del Noreste (AEGBN), señaló que este año ha sido complicado para el sector engordador en Nuevo León por el tema de los protocolos y medidas que han tenido que implementar por el gusano barrenador.
No obstante, confió que con la llegada del invierno el brote se disipe porque el frío mata a la mosca al no reproducirse tan fácilmente por la temperatura.
“Al mes de noviembre de 2024 al día de hoy, se incrementó la capacitación, más medicamentos, papeleo y el transporte ha sido muy caro porque las jaulas han tenido que estar paradas por un tiempo determinado, por lo que se ha incrementado el costo entre 25 por ciento por la producción por cabeza para el engordador y esto se traslada al precio del consumidor final”, indicó.
Todo esto se ha visto reflejado en el precio de la carne para el consumidor final.
Comentó que es prematuro hablar de afectación económica, dado que el brote se detectó a tiempo y se solucionó; sin embargo, reconoció que los costos sí han aumentado considerablemente ante la presencia en el país del gusano barrenador.
“Ha sido un año muy complicado porque se han elevado los costos de producción, lo que ha obligado a ser más eficientes en los procesos internos de una engorda para que el costo de producción no se eleve tanto. Tenemos que seguir produciendo carne. No puedo decir que ha sido un mal año, pero tampoco un buen año; más bien tendremos que acostumbrarnos a esta situación, mientras esté presente en el país el gusano barrenador”.
mrg