A aprtir de hoy, los ciudadanos en la Unión Europea (UE) no podrán comprar, vender ni producir cigarros mentolados, esto tras la aplicación total de una legislación europea adoptada en 2014 para luchar contra el tabaquismo.
Los estudios científicos demostraron que los aromas en el tabaco facilitan la inhalación y pueden desempeñar un papel de iniciación al tabaco en los jóvenes, además de estar asociados a una mayor adicción.
La directiva antitabaco, adoptada en 2014 y puesta en marcha de forma gradual desde 2016, busca desalentar a los jóvenes a fumar. Una de sus acciones más visibles fue las advertencias presentes en las cajetillas de tabaco.
La Unión Europea se alarmaba entonces de que al menos 700 mil muertes prematuras en el bloque se podían atribuir al tabaquismo, pese a una baja en el porcentaje de fumadores en Europa del 40 por ciento en 2002 al 28 por ciento en 2012.
En España, este tipo de productos tenía una cuota de mercado de entre el 2 y el 3 por ciento en la península y cercana al 10 por ciento en Canarias, indicó el ministerio de Sanidad en un comunicado anunciando el final de la moratoria.
Los cigarros mentolados son más populares en los países del Este, como Polonia, donde representan casi 30 por ciento del mercado, según la cámara de comercio y donde la prohibición pilló por sorpresa a los consumidores.
Una organización de consumidores Forum Konsumentow publicó una encuesta según la cual 51 por ciento de los fumadores desconocía la prohibición una semana antes y el 20% se decía dispuesto a comprar en el mercado negro.
En Países Bajos, los consumidores hicieron acopio de cigarros. "Los clientes compraron mucho más estos últimos meses. La gente está un poco preocupada", asegura Mary Gram, una estanquera de Monster, a la cadena pública NOS.
Otros países del continente, como Suiza, autorizan todavía la venta de estos cigarrillos.
GGA