El 89 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) se sienten desatendidas por sus bancos principales y consideran la posibilidad de cambiarse a una alternativa más flexible de PayTech, destacó un estudio de Capgemini.
Los nuevos métodos de pago como son los instantáneos, dinero electrónico, billeteras móviles y digitales, pagos de cuenta a cuenta y códigos QR lideran el consumo de servicios; pero los bancos y distribuidores necesitan reforzar su compromiso con las pequeñas y medianas empresas. Además, la inminente amenaza de recesión y las crecientes tasas de inflación, junto con los continuos problemas geopolíticos, representan toda una serie de nuevos desafíos.
A pesar de estos vientos en contra a nivel mundial, el Informe Mundial de Pagos 2022 del Instituto de Investigación Capgemini, reveló que se prevé que los nuevos métodos de pago aumentarán alrededor del 17 por ciento del total de las transacciones no monetarias en 2021, a cerca del 24 por ciento en 2026.
El sector de medios de pago ha demostrado su capacidad de resiliencia durante la reciente e inusitada volatilidad del mercado, acelerada por la adopción de nuevos e innovadores métodos de pago digitales para los consumidores. Sin embargo, muchos bancos no ofrecen el mismo apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
Según el informe, pese a los prometedores niveles de recuperación tras la pandemia, las pymes siguen enfrentándose a problemas de flujo de caja y ciclos de conversión, lo que obstaculiza la siguiente fase de crecimiento para muchas de ellas.
Esta situación ha provocado que los proveedores de servicios de pago tengan que dar un paso adelante, reajusten sus prioridades y reúnan las herramientas adecuadas para ayudar a las pymes a explorar nuevas oportunidades de mercado.
Según el informe, aunque el segmento de mercado de las pymes está valorado en más de 850 mil millones de dólares en todo el mundo, las pymes a menudo siguen siendo ignoradas por el sector bancario tradicional en favor de las grandes cuentas corporativas y del mercado minorista.
Como resultado, las pymes suelen tener problemas de flujo de caja, riesgos de seguridad cibernética, falta de liquidez e ineficiencias operativas, situaciones que fomentan el descontento existente respecto a los proveedores de servicios de pago tradicionales.
Para recuperar la lealtad de las pymes, los bancos tendrán que amplificar el valor de la plataforma, que solo podrá desbloquearse eliminando los sistemas legados limitados que actualmente frenan el crecimiento.
El informe revela también que más de una cuarta parte de los bancos luchan con infraestructuras monolíticas e inflexibles, y que el 75 por ciento de los ejecutivos priorizan los costos para mantener los sistemas actuales en funcionamiento por encima de la innovación de nuevas propuestas de valor, lo que constituye un claro obstáculo para las inversiones necesarias en innovación y flexibilidad que desean las pymes.
En cambio, las empresas de pago deben adoptar la componibilidad, es decir, la composición personalizada que les permite seleccionar y ensamblar componentes básicos en diversas combinaciones para satisfacer los requisitos de los clientes, destacó el informe.
EVC