Una decena de ciudadanos rusos abandonó hoy el hotel IberoEstar BellaCosta del balneario internacional de Varadero, situado al este de La Habana, Cuba, como parte de una delicada operación para regresarlos a su país en medio de la guerra con Ucrania y tras convivir sin sobresaltos con turistas ucranianos.
Se estima en más de cinco mil los viajeros rusos que aun permanecen en la isla, los primeros 300 regresaron a su país el pasado fin de semana mediante vuelos chárter de la empresa Nordwind por la prohibición a Aeroflot de sobrevolar Canadá y Europa occidental, y con ellos se esfuma una de las principales cartas de triunfo del gobierno cubano para reanimar la economía.
En la isla, según constató MILENIO, convivieron con turistas ucranianos, “los tuvimos juntos con los rusos” dice Haydelis, directiva de relaciones públicas del BellaCosta, y cuando se le pregunta si no hubo problemas entre ellos tras la invasión, responde sin pensar dos veces: “Oh no, aquí no hubo ningún problema, eso es allá”.
Los rusos viajan en familia, en mayoría eluden hablar en otro idioma que no sea el suyo y mientras se solean en “la segunda mejor playa del mundo”, según el sitio especializado Travellers Choica 2022, no dan la impresión de estar alterados por la guerra, que este martes cumple 12 días de iniciada por Moscú.
Los rusos y su nexo con Cuba hace 60 años
Para los cubanos siempre fueron rusos, “los bolos” les decían por su tosquedad y corpulencia sin distinguir entre las múltiples nacionalidades ,ucranianos incluidos, que conformaron la Unión Soviética, principal aliado de Cuba desde las décadas de los años 60 del siglo pasado hasta su desaparición como enorme estado en 1991.
Vieron después años difíciles, sobre todo cuando Boris Yeltsin se hizo de la presidencia de Rusia y estableció vínculos con el ala ultraconservadora del exilio cubano en Estados Unidos, pero la normalidad volvió con Vladimir Putin, quien llevó al plano de estratégica sus relaciones con la isla. El gobierno cubano condena la invasión, al tiempo que considera que la guerra en Ucrania pudo evitarse si Estados Unidos y la OTAN no le echaran leña al fuego anti ruso.
“Defendemos la paz en todas las circunstancias y nos oponemos sin ambigüedades al uso de la fuerza contra cualquier Estado. Como país pequeño, lo entendemos mejor que nadie. Asediados hace más d 60 años hemos sufrido terrorismo de Estado, agresión militar y un brutal bloqueo”, tuiteó el lunes el presidente Miguel Díaz-Canel, cuyo gobierno se abstuvo de alinearse con Moscú en la condena en Naciones Unidas de la invasión rusa a Ucrania.
Con los rusos se va el despegue del turismo internacional en Cuba
Desde que Cuba reabrió sus fronteras al turismo internacional, los rusos desplazaron a canadienses y cubanos-americanos como principal mercado emisor y en febrero pasado Ivis Fernández, ejecutiva del ministerio que atiende ese sector, se mostró esperanzada en cuanto a la recuperación de esa labor que representa la segunda fuente de ingresos en moneda dura de Cuba, país que está bajo una crisis económica sin salida a la vista.
“Los pronósticos, acorde con la situación epidemiológica en el orbe, fueron sobrepasados, ya que para las festividades de fin de año Varadero tuvo la presencia de 24 mil visitantes”, dijo Fernández, tras reiterar que Rusia, seguida de Canadá, Alemania, España y Reino Unidos son hoy las principales fuentes del sector.
Sin embargo, con la guerra y las sanciones a Rusia todo vuelve atrás. “Imagínese estuvimos cerrado mucho tiempo, la crisis por la pandemia golpea a todo el mundo, la gente ha comenzado a viajar, pero las propinas son menos y cuando uno pensaba que íbamos a levantar con los rusos vino la guerra”, dice Alexis, barman del apacible hotel IberoEstar BellaCosta, con más de 20 años de experiencia.
Para lograr el cuatro por ciento de crecimiento económico previsto para 2022, el gobierno cubano confiaba en la recepción de 2,4 millones de turista, michos menos que los recibidos en su mejor año. No obstante, de momento, esa meta parece inalcanzable también por la invasión a Ucrania.
OMZI