El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, se comprometió, con "el corazón destrozado", a hacer todo lo posible para que la tragedia que cobró la vida de 35 niñas en un centro de menores estatal no se vuelva a repetir y pidió al Estado reacción para que las muertes no sean una estadística.
Con un minuto de silencio previo, Morales dio inicio a la primera conferencia de prensa después del incendio registrado el miércoles, envió sus condolencias a las víctimas y a sus familias por una "terrible tragedia" y dijo que "no es justo que estas muertes sean un estadística más", sino que deben hacerlos "reaccionar".
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La cifra de víctimas aumentó a 35, 13 de ellas en las últimas horas, y 19 están ingresadas en dos hospitales con quemaduras muy graves, tras el incendio registrado en el Hogar Virgen de la Asunción cuando protestaban por abusos sexuales y físicos, de acuerdo a las primeras versiones del suceso.
En la conferencia, en la que hubo tensión con los periodistas porque sólo se seleccionaron dos reporteros al azar, Morales no confirmó ni desmintió la destitución del titular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia y solo se limitó a pedir tiempo para tomar las decisiones acertadas.
Acompañado por miembros del organismo Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el mandatario relató una y otra vez cómo la niñez y la adolescencia son un colectivo vulnerado desde hace años, un problema que se arrastra desde décadas al que este gobierno, dijo, ha empezado a hacer frente.
El presidente garantizó transparencia y colaboración con las pesquisas y admitió que la problemática que sufren los infantes no es solo un tema de administración, sino también "la falta de una institución como la familia".
"¿Qué podemos hacer?. Mucho. Desde protestar, hasta proponer y actuar", ejemplificó, y dijo que el gobierno está aquí "aceptando la responsabilidad" para tratar de luchar contra "una problemática de largo alcance".
Unos mil 500 menores están a cargo del gobierno en diferentes centros y el 90 por ciento de ellos, según datos oficiales, tiene familia que se podrían hacer cargo de ellos pero que no lo hacen, lo que obliga al Estado a atenderlos.
La falta de respuestas del mandatario indignó a ciudadanos que se acercaron a la puerta del Palacio Nacional de la Cultura, donde se celebró la conferencia, para pedir a gritos su dimisión ante una tragedia que conmovió al pueblo y a la comunidad internacional.
"Queremos justicia, no queremos luto", "Este cuerpo es mío, no se quema, no se viola, no se mata", "El pueblo presente, no tiene presidente" y "Fuera ya" fueron algunos de los clamores de la ciudadanía, agolpada con la bandera de Guatemala ondeando a media asta por los tres días de luto nacional decretados.
AFC