La canciller alemana Angela Merkel pidió hoy a sus socios europeos una solución global y duradera para acoger a los miles de migrantes que siguen llegando al continente huyendo del hambre y la guerra.
"Estoy profundamente convencida de que Europa no sólo necesita un reparto puntual sino sobre todo un proceso duradero para distribuir a los refugiados entre los países miembros", dijo hoy Merkel ante el parlamento alemán.
"Dimos un primer paso, pero estamos muy lejos del lugar adonde debemos llegar", añadió, en referencia al acuerdo alcanzado el martes por los países de la UE para una repartición de 120 mil refugiados.
En Francia hoy se vivió un nuevo drama con la muerte de un migrante menor de edad que fue arrollado por un tren de carga en las inmediaciones del túnel bajo el canal de la Mancha.
Y en Hungría se registró el miércoles la llegada de 10,046 migrantes, una cifra récord hasta ahora, en su gran mayoría procedentes de Croacia. Esta cifra supera el récord anterior de 9,380 personas del 14 de septiembre, un día antes de que el gobierno húngaro cerrara la frontera con Serbia por donde venían la mayoría de refugiados.
El cierre de esa frontera, que provocó enfrentamientos entre policía y migrantes, les obligó a cambiar de ruta y a entrar por Croacia, cuyas autoridades se han visto desbordadas y han decidido dirigirlos de nuevo en autobuses hacia Hungría.
El martes, cerca de nueve mil migrantes entraron en Croacia, otra cifra récord, con lo que ya son 44 mil los que han entrado esta semana en el país procedentes de Serbia, un país que no forma parte de la Unión Europea.
La política del gobierno húngaro es llevar a los migrantes directamente hacia la frontera con Austria sin registrarlos. Como consecuencia, la región de Burgenland, en el este de Austria, recibió sólo el miércoles unas 5,900 personas.
En Austria, cerca de cinco mil candidatos al exilio ya habían franqueado la frontera desde Hungría el jueves entre medianoche y 12:00 hora GMT, según nuevos cálculos. Según la Cruz Roja, entre siete y diez mil podrían llegar durante el día.
La gran mayoría de migrantes quieren llegar a países como Suecia y Alemania, que tiene una política más abierta que sus vecinos y que en 2015 podría recibir hasta a un millón de demandantes de asilo, según el gobierno.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció hoy que a partir del 7 de octubre la Unión Europea intervendrá con sus navíos militares en aguas internacionales del Mediterráneo contra el tráfico de personas. "Se trata de una nueva fase en la lucha contra los traficantes de personas", aseguró Mogherini durante una visita a la sede central de los operativos, localizada en Roma.
Esta madrugada los líderes europeos acordaron en Bruselas aumentar sus ayudas a Siria y a los países vecinos para hacer frente a los miles de refugiados que huyen de la guerra y de los yihadistas del Estado Islámico (EI).
La ayuda se concreta en mil millones de euros suplementarios para la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Programa Mundial de Alimentos así como más ayudas para Turquía, Líbano, Jordania y los países balcánicos.
La crisis de los migrantes ha puesto al descubierto las profundas divisiones entre los 28 países de la UE, en particular entre los países del oeste y los del este, estos últimos reticentes al sistema de cuotas obligatorias de acogida.
"Esta noche alcanzamos un acuerdo para no seguir como hasta ahora", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y anunció que se reforzarán las fronteras externas de la UE.
Los 28 también acordaron crear los controvertidos centros de recepción ("hotspots") en los países de entrada a la UE (probablemente en Grecia e Italia) con el objetivo de distinguir a los refugiados de los migrantes económicos.
El martes, los ministros de Interior de la UE ya habían alcanzado otro acuerdo para el reparto de 120 mil refugiados, al precio de fuertes divisiones por el rechazo de Hungría, la República Checa, Rumanía y Eslovaquia.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, advirtió que no está dispuesto a aceptar el "dictado" de Bruselas y que podría apelar esta decisión ante la justicia europea. Por su parte el primer ministro húngaro Viktor Orban, uno de los más hostiles al sistema de cuotas, criticó a Alemania y a la canciller Angela Merkel por su "imperialismo moral".
Sin embargo, la acogida de 120 mil personas en la UE representa una pequeñísima parte de las 500 mil que han llegado a Europa en lo que va de año y de los cerca de cuatro millones de personas que han huido de Siria y están refugiadas en los países fronterizos.