"Si quieren hablar español, regrésense a su país”, les gritó a dos hermanos dentro de un elevador un estadunidense que radica en Toronto.
Entre el piso uno y cuatro, el “gringo” les dijo que en EU “hay muchos como ustedes, y por eso los quieren echar”. Para su sorpresa, Erica y Luis le respondieron “somos canadienses, aquí nacimos”.
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La discriminación no acabó ahí, pues una hora después tocaron a su puerta dos policías, quienes de inmediato ingresaron al departamento y les pidieron sus papeles. Erica y Luis comprobaron su nacionalidad y se acabó el problema.
JOS