El ex ministro británico de Exteriores Boris Johnson se perfila como el claro favorito para ser desde mañana el sucesor de Theresa May como primer ministro del Reino Unido.
El Partido Conservador, en el poder, anunciará este martes, antes del mediodía, al ganador de la campaña interna para elegir a su próximo líder, en la que Johnson partió y terminó como favorito, y por ende, al premier británico.
El pasado 7 de junio, la primera ministra presentó su dimisión al no conseguir que el Parlamento aprobara el acuerdo del brexit que había negociado con la Unión Europea (UE), y se viera obligada a solicitar a Bruselas una prórroga del “divorcio”, fijado primero para finales del pasado marzo y retrasado ahora al 31 de octubre.
Durante las últimas seis semanas, los políticos conservadores estuvieron sumidos en una cruenta lucha interna sobre la sucesión, en medio de una grave crisis por la falta de acuerdo entre la clase dirigente británica sobre la manera de materializar el brexit.
Diez diputados tories (como se le conoce a los conservadores) se presentaron para la sucesión, pero solo dos quedaron en la etapa final –Johnson y el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt– una vez que los parlamentarios celebraron una serie de votaciones para ir eliminando aspirantes.
En las últimas semanas, los 160 mil miembros del partido votaron para elegir a su líder entre Johnson y Hunt.
Una vez terminado el recuento de los votos, la formación anunciará mañana el nombre del ganador, quien al día siguiente se hará cargo del gobierno.
May participará el miércoles de su última sesión de preguntas a la primera ministra en la Cámara de los Comunes; Después acudirá al palacio de Buckingham para comunicar a la reina Isabel II que los conservadores tienen un nuevo líder.
Una vez terminada esa cita con la jefa de Estado, será el turno del nuevo líder, que acudirá también a la residencia oficial de la familia real para la ceremonia de rigor, que se espera dure no más de media hora.
El nuevo jefe del Gobierno se trasladará entonces a Downing Street –residencia oficial de los premier–, donde hará su primer discurso como primer ministro antes de proceder a confirmar o cambiar a los ministros.
Las profundas divisiones internas en el Partido Conservador, entre los partidarios del brexit y los más proeuropeos, y también las de la oposición laborista –entre los que apoyan un segundo referéndum y los que no–, han dejado al Reino Unido en un “nudo” político que tendrá que desenredar el próximo primer ministro.
Durante la campaña interna tory, Johnson dejó claro que cumplirá con la fecha del brexit del 31 de octubre, un proceso que calificó de “todo o nada”, lo que ha hecho temer sobre la posibilidad de que el país salga de la UE sin pacto alguno.
Primera baja por desacuerdos
El ministro británico de Finanzas, Philip Hammond, contrario a un brexit sin acuerdo, anunció ayer que renunciará a su cargo si Boris Johnson es designado primer ministro.“Si suponemos que Boris Johnson se convierte en el próximo primer ministro, entiendo que las condiciones para estar en su gobierno incluirán la aceptación de una salida sin acuerdo el 31 de octubre y eso es algo a lo cual nunca podré adherirme”, declaró Hammond en un programa de la BBC.
“Estoy seguro que no voy a ser destituido porque voy a renunciar antes”, sentenció Hammond.
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