Estados Unidos reiteró este jueves su llamado a los países del Sudeste Asiático a salvar a miles de inmigrantes abandonados en el mar y no seguir rechazando sus embarcaciones.
"Estamos preocupados por la situación e instamos a los países de la región a trabajar juntos para salvar vidas en el mar", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Jeff Rathke.
Los embajadores de Estados Unidos en la región coordinan con agencias de la ONU y los gobiernos asiáticos que se han negado a recibir a los inmigrantes, para "discutir formas de darles asistencia".
"Hay muchas vidas que están en peligro y es por ello que pensamos que la prioridad es salvar vidas, y urgimos a los gobiernos a continuar recibiendo a estas personas que están en el mar", dijo Rathke a reporteros.
Miles de los inmigrantes llegados de Birmania y Bangladesh estaban este jueves a la deriva mientras los países del Sudeste Asiático, principalmente Indonesia y Malasia, continuaban rechazando las embarcaciones.
Cerca de 2 mil personas, entre ellos varios Rohingyas, minoría musulmana considerada una de las más perseguidas del mundo por la ONU, llegaron a costas malayas e indonesias los últimos días.
Pero Kuala Lumpur y Yakarta, que dicen temer avalanchas de inmigrantes, rechazan todos los botes, condenando a sus pasajeros desesperados a quedarse en sus prisiones flotantes.
Sin anunciar un compromiso directo de Estados Unidos en esta crisis, Rathke consideró que hay un "desafío regional urgente que necesita ser enfrentado de forma regional".
