Estados Unidos ordenó hoy la salida de 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington, en respuesta a los supuestos "ataques" acústicos que han sufrido al menos 22 de los diplomáticos estadounidenses en Cuba, y que han llevado al Departamento de Estado a reducir su personal en la isla caribeña.
El Departamento de Estado ha proporcionado al gobierno cubano una lista de funcionarios que deben salir del país en un plazo de siete días, explicó a periodistas un funcionario, quien informó que la cifra de estadunidenses afectados por los misteriosos ataques se ha elevado de 21 a 22.
La solicitud de Estados Unidos representa otro importante revés a las relaciones entre ambas naciones, que apenas habían retomado nexos diplomáticos después de medio siglo de hostilidades.
Cuba ha negado estar involucrado con los ataques que han afectado a los 22 diplomáticos estadunidenses y sus familiares, aquejados por síntomas como pérdida de la audición, mareos, problemas de equilibrio, quejas visuales, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades con el sueño. Por lo que es posible que La Habana vea el acto como una represalia injustificada.
Sin embargo, los funcionarios estadunidenses afirmaron que el objetivo no es sancionar a la isla, sino asegurarse de que ambos países cuenten con el mismo número de diplomáticos en las respectivas capitales, luego que Estados Unidos redujo su personal en La Habana.
El viernes Estados Unidos informó la reducción de su presencia diplomática en La Habana en más de la mitad y advirtió a sus ciudadanos que no visiten Cuba por los "ataques" que han afectado a su personal, una decisión que el gobierno de la isla consideró "precipitada".
Las medidas que está adoptando el gobierno del presidente Trump marcan un nuevo golpe a la política de su predecesor, el demócrata Barack Obama, de acercamiento entre Washington y La Habana, antiguos enemigos de la Guerra Fría.
El Departamento de Estado declinó comentar sobre un plan de expulsión, excepto para decir que el Secretario de Estado Rex Tillerson "continúa evaluando las medidas que el Departamento puede tomar para asegurar que el gobierno cubano rinda cuentas de su responsabilidad de proteger a los diplomáticos".
Varios legisladores cubano-estadunidenses, entre ellos el senador Marco Rubio y la representante Ileana Ros-Lehtinen, habían instado a que los diplomáticos cubanos fueran expulsados en represalia por el fracaso del gobierno de Cuba en identificar a los responsables de los ataques.
AER