Cuba inició hoy la comercialización de alimentos, productos de aseo y de ferretería en dólares estadunidenses, como parte de varias medidas de emergencia adoptadas por el gobierno a fin de hacer frente a la crisis económica que padece.
“Necesitamos vender en moneda libremente convertible para conseguir dinero e introducirlo en la industria nacional”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel al anunciar las medidas, que implican la eliminación también del gravamen de 10 por cierto que regía desde hace décadas sobre cada dólar.
Para esa comercialización mediante tarjetas magnéticas “se destinaron 72 de los de cuatro mil 800 establecimientos que tenemos en el país, con precios que variarán de acuerdo al mercado internacional”, informaron directivos de las cadenas estatales de tiendas Caribe y Cimex.
En recorrido por comercios en La Habana, Notivox constató filas de consumidores ansiosos por adquirir alimentos como carne de res y de cerdo, leche, queso, mantequilla y pastas, entre otros. Iguales tumultos se observaron a la entrada de los bancos, para adquirir tarjetas en dólares.
En paralelo, el gobierno mantendrá las ventas subvencionadas en pesos nacionales de una canasta básica que “será reforzada con granos y carne de pollo para niños y adultos mayores en julio y agosto”, así como la comercialización en pesos cubanos convertibles, que valen 25 veces más que el peso nacional, de otros productos de gama económica “con precios protegidos por el estado”.
En la isla se usan tres tipos de moneda: el peso nacional, el peso convertible, que entró en circulación durante la anterior crisis en los años 90 del siglo pasado, y el dólar, única divisa fuerte de las tres, que opera desde finales de 2019 para la compra de productos electrodomésticos y otros.
Cuba asegura que a causa del bloqueo reforzado de Estados Unidos, las limitaciones de la economía nacional y los gastos ocasionados por la epidemia del nuevo coronavirus (todos los tratamientos son gratuitos), enfrenta una aguda crisis económica
Otras medidas
“Potenciar la producción nacional mediante la acción paralela o conjunta de todos los tipos de empresas; reforzar la autonomía de ellas y diseñar micro, pequeñas y medianas empresa que podrán ser estatal, privada e incluso mixtas”, informó el titular de Economía, Alejandro.
“Además -anunció- se crearán condiciones para que lo sectores privado y cooperativo puedan exportar e importar”, gestión que desde hace medio siglo ha estado en manos del Estado, y se incentivará la inversión extranjera directa con vista a la producción de alimentos.
En este nuevo contexto, el gobierno dijo que no se renuncia a la planificación centralizada, pero sí a la distribución administrativa de recursos, al tiempo que eliminará la regulación de mercado mediante métodos políticos –muy comunes en el día a día- y reconoce “el papel dinamizador de la demanda interna”.
jamj