Hillary Clinton se excusó hoy por utilizar una cuenta de correo electrónico de un servidor privado mientras era secretaria de Estado, admitiendo que fue un "error" esta decisión, que ha puesto en aprietos su aspiración presidencial.
La candidata demócrata, que ve actualmente cómo su apoyo va menguando, ha estado desestimando la polémica por el uso de la cuenta de correo. Sin embargo hoy, en una entrevista al canal ABC "World News Tonight" afirmó que asume la responsabilidad total del episodio y que lo lamenta.
"Fue un error. Lo siento. Asumo la responsabilidad", dijo al presentador David Muir. Clinton utilizó su cuenta de correo personal y el servidor de su casa en lugar del sistema de correo gubernamental oficial, durante los años que trabajó como diplomática de alto nivel, entre 2009 y 2013.
Hasta hoy, Clinton había evitado pedir excusas directamente. "Verdaderamente, me hubiera gustado haber elegido otra alternativa", dijo la semana pasada, afirmando que "sentía" que esta controversia había sido "confusa" para el público.
El asunto de los correos tuvo un fuerte impacto en la popularidad de Clinton, con unas cifras de preferencia que descendieron al 41% (las más bajas desde 1992), según el último sondeo realizado por la consultora Gallup el viernes pasado, frente al 51% que había ostentado anteriormente.
Y el asunto parece que no ha terminado aún, ya que el Departamento de Estado, al cual Hillary Clinton entregó más de 30 mil mensajes a finales de 2014, está publicándolos por entregas.
Muchos de ellos contienen información que ha sido clasificada posteriormente, lo que plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad informática destinadas a proteger de piratas informáticos el servidor de Clinton.
La Oficina Federal de Investigaciones estadunidense (FBI) está examinando el servidor para ver si la decisión de Clinton comprometió secretos gubernamentales. Los republicanos han cuestionado la decisión de Clinton, señalando la naturaleza potencialmente criminal de un mal manejo de información clasificada a través de un servidor privado.
Reforma de financiación electoral
De otra parte, Clinton presentó hoy un plan para reformar la financiación de las campañas electorales, que busca "frenar la enorme influencia" del dinero en la política e incentivar las donaciones pequeñas frente a las multimillonarias.
"Tenemos que poner fin a la avalancha de dinero inexplicable y secreto que está distorsionando nuestras elecciones, corrompiendo nuestro sistema político y ahogando las voces de demasiados estadunidenses", señaló la ex secretaria de Estado en un comunicado divulgado por su campaña.
Una de las propuestas fundamentales del plan de Clinton es anular la decisión de 2010 del Tribunal Supremo que abrió la puerta a las contribuciones ilimitadas de los empresarios en las campañas electorales, en el caso conocido como "Citizens United contra la Comisión Federal Electoral (FEC)".
Además, el año pasado el Supremo anuló los límites a la suma de contribuciones que un individuo puede aportar a candidatos, partidos y comités de acción política durante un ciclo electoral, lo que también ha contribuido a aumentar la influencia de los donantes más ricos en las campañas.
Por ello, Clinton propone que, si llega a la Casa Blanca, nombrará a jueces para el Supremo "que valoren el derecho al voto sobre el derecho de los multimillonarios a comprar elecciones".
Además, la candidata promete impulsar una enmienda constitucional que permita medidas "de sentido común" para proteger a las campañas electorales "contra la influencia indebida de intereses especiales". El plan de Clinton incluye también una propuesta para elaborar una ley federal que exija la divulgación pública "del gasto político significativo".
Desde la sentencia de 2010 del Supremo, los llamados comités de acción política (Super-PAC), que funcionan de forma independiente a las campañas, han ganado relevancia e influencia por su capacidad para recaudar millones de dólares en apoyo a un determinado candidato.
El senador Bernie Sanders, rival de Clinton en las primarias demócratas, ha rechazado financiar su campaña a través de un Super-PAC y se nutre sobre todo de pequeñas donaciones.
Otros candidatos a la Casa Blanca, desde el demócrata Martin O'Malley, ex gobernador de Maryland, al senador republicano Rand Paul, también se han declarado a favor de una reforma de la financiación electoral.
Precisamente mañana el profesor de Harvard Lawrence Lessig prevé hacer oficial su entrada en la contienda demócrata por la Casa Blanca, con el único objetivo de aprobar una reforma de la financiación de las campañas políticas.
Lessig quiere impulsar con su campaña una propuesta llamada "Ley de Igualdad Ciudadana de 2017", un conjunto de reformas que garantizaría la libertad de votar al crear un registro automático, cambiaría el sistema de distribución de distritos para el Congreso y establecería una financiación basada en fondos públicos y pequeñas donaciones.