Catar llamó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU a "imponer" un cese al fuego en Siria para poner fin a la guerra y acusó al régimen sirio de utilizar gases tóxicos contra las zonas controladas por los rebeldes. "Es imperativo que el Consejo de Seguridad tome sus responsabilidades e imponga la aplicación de sus resoluciones con un cese al fuego, para proteger al pueblo sirio de la muerte y de los desplazamientos", afirmó el ministro catarí de Relaciones Exteriores, Khalid al Attiyah.
Asimismo, el ministro catarí, quien habló ante el Foro de Doha, acusó al gobierno del presidente sirio Bashar al Asad de usar "gases tóxicos", un "flagrante desafío a la comunidad internacional y una violación de las leyes internacionales". Catar es uno de los principales apoyos de la rebelión contra el régimen de Asad.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció a finales de abril el envío de un equipo a Siria para investigar sobre el supuesto uso de cloro en ataques contra un pueblo de la provincia de Hama (centro). Estas acusaciones llegan en momentos en que Siria está oficialmente a punto de entregar la totalidad de su armamento químico, en virtud de un acuerdo concluido en septiembre de 2013.
Existen sin embargo sospechas de que el régimen sirio utilice puntualmente productos tóxicos más discretos para evitar una reacción de la comunidad internacional. La guerra civil siria ha dejado más de 150 mil muertos y millones de desplazados y refugiados desde marzo de 2011, y la violencia no parece disminuir.
Mientras, Francia propuso hoy al resto de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un borrador de resolución para referir la situación en Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).
El documento, de ser aprobado, permitiría a la Fiscalía de la Corte con sede en La Haya investigar los crímenes cometidos durante la guerra en Siria desde su inicio en marzo de 2011. Hasta ahora, la CPI no ha podido actuar dado que Siria no es miembro del tratado que constituyó el tribunal y, por tanto, necesita una decisión del Consejo de Seguridad para poder hacerlo.
Francia circuló hoy el borrador tras varios meses de trabajo en el texto, que según señaló a través de Twitter su embajador, Gérard Araud, busca recabar "el mayor apoyo posible". El documento, visto por Efe, recuerda que es probable que en Siria se hayan cometido "crímenes contra la humanidad" y considera que la situación en el país "constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional".
Por ello, traslada a la Fiscalía de la CPI la responsabilidad de investigar los sucesos registrados en Siria desde marzo de 2011 y exige a ese Gobierno y al resto de las partes del conflicto cooperación con el tribunal de La Haya. El borrador invita al fiscal a informar al Consejo de sus progresos dos meses después de la adopción de la resolución y cada seis meses a partir de entonces.
La investigación, según el texto, tendría que ser financiada por los países firmantes del Estatuto de Roma y no por el sistema de Naciones Unidas. De aprobarse, la resolución permitiría a la CPI investigar los supuestos crímenes tanto del Gobierno sirio como de la oposición.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha pedido en numerosas ocasiones la investigación, la primera vez en agosto de 2011. El pasado abril, tras comparecer a puerta cerrada ante el Consejo, Pillay reiteró su llamamiento y llamó la atención sobre el deterioro de la situación en el país en los últimos meses.
Según la responsable de la ONU, en Siria se han producido violaciones graves de los derechos humanos por parte de ambos bandos, aunque a su juicio "la mayor responsabilidad" es del régimen. El principal aliado de Siria en el Consejo de Seguridad, Rusia, se ha opuesto hasta ahora a la posibilidad de referir el caso a la CPI y a otras iniciativas contra el régimen de Bashar al Asad.
Rusia, como miembro permanente del máximo órgano de decisión de la ONU, tiene capacidad para vetar la resolución.