Hubo rechifla de algunos aficionados celestes para su equipo, pero sobre todo, para el portero Guillermo Allison, quien se equivocó en los dos goles que recibió Cruz Azul del Atlas, mismos que le sirvieron para empatar un duelo que perdían. 2-2 final.
En el primer gol en contra, el arquero se resbaló. En el segundo tomó el balón atrás de la línea de gol. Por eso, los seguidores celestes le reclamaron con gritos, con silbidos y gritándole una que otra grosería.
De esta manera, el conjunto cruzazulino frenó la marcha perfecta de cuatro triunfos consecutivos que había ligado en este inicio de semestre. Parecía que tenía un juego cómodo, pero se quedó pronto con solo 10 hombres, pese a ello se fue arriba, pero al final se vio alcanzado.
En general, el partido fue poco vistoso. La Máquina fue ligeramente superior, si se puede decir de ese modo, puesto que sin lucir, tuvo mayor dominio del esférico. Y lo capitalizó con dos buenos goles.
Durante el primer tiempo, el encuentro, en su mayoría, fue de mucha presión en el medio campo. La disputa impedía que se presentaran jugadas para el espectáculo. Además, cuando se lograban hilar buenos pases, ambos equipos se encontraron con una defensa contraria muy sólida.
Pedro Caixinha tuvo que observar el encuentro desde la tribuna. Este era su segundo duelo de suspensión de tres que le impuso la Comisión Disciplinaria desde el torneo pasado. A su lado se sentó su auxiliar Pedro Malta, con quien intercambió algunos puntos de vista, pero en varios lapsos prefirió lamentar solo los errores que veía de los suyos.
Y es que, el conjunto cementero llegaba de manera constante a tres cuartos de cancha, pero le faltaba el último disparo.
Al minuto 28, Misael Domínguez cometió una falta a Enrique Reyes, por lo que el árbitro Jorge Isaac Rojas le sacó la tarjeta roja. Fue acertado el silbante en esta acción, tan es así que el mismo Caixinha, al ver la repetición en un monitor que tenía al lado, ni si quiera se alteró.
Parecía que eso afectaría el rendimiento de los cementeros. Para su buena fortuna, dos minutos después cayó el gol de Milton Caraglio, tras un remate con la cabeza.
La Máquina tomó el esférico en los siguientes instantes, pero lo mantuvieron muy alejado del arco rival. El público esperaba una jugada sorprendente, pero no sucedió.
Al 36’, Roberto Alvarado recibió un pase filtrado de Walter Montoya, luego recortó y sacó un disparo que se incrustó en la portería de José Hernández. Ese tanto sí lo festejó el entrenador portugués agitando el brazo derecho.
El partido volvió a disputarse en la media cancha en los siguientes minutos. Si acaso los cementeros alzaron la mano con un tiro de Caraglio que salió muy desviado.
La opción más importante que tuvieron los rojinegros se convirtió en gol. Al 45’, Octavio Rivero disparó ante la poca presión que ejerció Julio César Domínguez. Además, el portero Guillermo Allison se resbaló y no logró detener la bola que se incrustó en su puerta. Caixinha ya no logró ver ese tanto, porque justo se dirigía al vestidor para la charla del medio tiempo, en donde daría algunas instrucciones.
Para la segunda mitad el ritmo fue el mismo. No había mucho con que se deleitara la pupila. Más bien, se podía apreciar una serie de pases que se estrellaban en los contrarios.
El partido se tornó tan tedioso para los pocos aficionados que se encontraban en la tribuna que comenzaron a silbar para reprochar los que observaban. El sonido local, que anunciaba los nuevos productos de los celestes, aminoró lo sucedido.
Ahora sí, Caixinha platicaba más con Malta. Le explicaba algunos detalles que no resultaban. Levantaba la mano para señalar ciertos aspectos sobre el terreno de juego, mientras que su auxiliar se centraba por algunos instantes en la computadora con un programa especial de análisis.
En el minuto 76, Cristian Calderón mandó un centro que remató con la cabeza Rivero. El portero Allison se encontraba prácticamente adentro de la portería, por lo que, aunque se quedó con la bola, contó como gol.
A diez minutos del final del duelo, Cruz Azul buscó el gol del triunfo. Caixinha, quien ya se notaba un tanto molesto, sacó a Rafael Baca y metió a Martín Cauteruccio. No pasó nada. La Máquina frenó el paso perfecto.
UN RESPIRO PARA ATLAS
Gerardo Espinoza entiende que no puede seguir regalando puntos en la competición que sea a lo largo del semestre, además, ya lo dijo Rafael Márquez durante su presentación: Atlas debe apostar por todo en lo que resta del semestre. Mayoría titulares en la cancha el Estadio Azteca.
Además, entiende que a varios de sus jugadores base les hace falta ritmo. Algunos de ellos ni siquiera hicieron la pretemporada completa y la situación ya se hace evidente. Por cierto, primer juego como titular de Ricardo Álvarez.
Esta vez la historia fue diferente lo del viernes pasado. Cruz Azul mantiene el invicto en ambos torneos, mientras los tapatíos sacan un punto que puede ayudar en lo anímico para la visita a Lobos BUAP del sábado.
GPE
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