Con la misma pasión con la que vive al borde de la dirección técnica, Miguel Herrera disfrutó y disputó un encuentro amistoso ante un representativo de la marca Bridgstone. El timonel fungió como líder de la zaga, jugando como defensor central. El estratega se valió de todas las artimañas para aminorar el efecto ofensivo del rival.
Con dos tiempos de 25 minutos cada uno, Herrera se dio tiempo para en el descanso, repartir selfies y hasta autógrafos al por mayor. Fue una entretenida tarde en las instalaciones del Club América. Como siempre, Miguel atendió hasta el último de los aficionados que se acercó con la intención de hacerles pasar un buen momento.
A pesar de que es un entrenador identificado con los colores azulcremas y de que ahora vive su segunda etapa al frente de las Águilas, pocas ocasiones se le puede ver enfundado con la camiseta del club en el pecho. Por así decirlo, este jueves se estrenó Miguel Herrera como americanista.
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