A un año del Mundial 2026, la carrera por un lugar en las convocatorias se acelera. Pero hay una presión que no se ve, que estalla por dentro. Y es ahí, en lo invisible, donde la mente se convierte en su cancha más exigente.
Hugo Zepeda, psicólogo deportivo, egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso) y colaborador en el Code Jalisco, habla sobre cómo vive el futbolista este proceso previo al torneo más grande del planeta.
El próximo año arranca el Mundial, ¿cómo vive el jugador estas fechas tan determinantes?
Hoy, en el deporte profesional, el entrenamiento mental es indispensable. En el futbol, los estándares son cada vez más altos. Y si a eso le sumas que el Mundial será en casa, la presión emocional se dispara. Si un jugador no sabe manejar eso, puede ser contraproducente.

Hemos visto casos de jugadores que se lesionan por mantener su nivel y convencer al DT, ¿qué se le aconseja a un jugador que vive con esa presión?
Hay dos factores clave: la ansiedad y el estrés. La ansiedad puede ser positiva, esa emoción de querer estar en la lista y demostrar tu talento. Pero si es negativa, genera incertidumbre, miedo al fracaso, y eso baja el rendimiento. El estrés disminuye la atención selectiva y aumenta la sobreactivación muscular, lo que lleva a lesiones sin contacto.
¿Cómo trabajan con las ansias de un futbolista que quiere mostrarse, pero teme lesionarse?
Se trabaja el control del pensamiento, la activación fisiológica y la presión cognitiva. La presión, como tal, no existe físicamente. Es una creación mental. Si el jugador entrena su mente para manejar estos factores, va a competir mucho mejor.

Hay una frase muy conocida: “Se juega como se entrena”. ¿Qué tanto influye lo mental en una victoria grupal?
Es un equilibrio. Puedes tener al mejor psicólogo del mundo, pero si no estás bien físicamente, no vas a rendir. Lo mismo pasa al revés. El cerebro funciona por hábitos. Si entrenas al 70 por ciento, tu mente se acostumbra y en el partido también lo harás. Por eso es tan importante darlo todo en los entrenamientos: ahí se forma la base de tu rendimiento.
A veces pensamos que los futbolistas son máquinas, ¿no?
No olvidemos que los deportistas, antes que números o camisetas, son personas. En la medida que los clubes y selecciones inviertan no solo en lo físico y lo técnico, sino también en lo mental y humano, se formarán atletas más completos.
FCM