Estilo

Susana Palazuelos, la chef que deja huella con su emporio

Edición de Fin de Semana

Combinó su talento con las recetas familiares para ser la banquetera más importante de México y ahora lleva su sabor a todo el mundo.

Susana Palazuelos no sabía cómo, pero se propuso crear su propia empresa y lo logró. A casi cuatro décadas de ese sueño, agradece la oportunidad de haber marcado la pauta como organizadora de eventos, labor que además le ha permitido llevar la gastronomía y folklor de nuestro país por el mundo.

Recientemente fue reconocida en L´Amore Wedding Show que organizó Maika de la O en San Miguel de Allende.

¿Qué significan los reconocimientos para ti?

Son detalles que me conmueven, una distinción a mi labor, a ese sueño que inició a mis 40 años, que me ha permitido dejar huella creando un emporio que no solo me ha beneficiado a mí, sino a muchas personas. Es muy satisfactorio porque en la vida hay que pensar en lo que puedes hacer por los demás. Es lo que más me emociona, que Dios me haya dado la inspiración de hacer algo que ha ayudado a tantos destinos y a tantas personas.

¿Cómo surge la idea de hacer banquetes?

Estudié Hotelería en Suiza y después trabajé en el Hilton en México, como directora de Relaciones Públicas; fui la ejecutiva más joven de toda la cadena. Me casé, nos fuimos a vivir a Puebla unos años y regresamos a Acapulco. A mí me encanta vivir a la orilla del mar, la magia de la puesta del sol, la naturaleza y el clima. Entonces me cuestionaba qué debía hacer para ganar dinero sin irme a trabajar a un hotel o a una empresa; quería tener mi propia empresa. Tomé un curso de control mental, que decía que lo que quieres lo tienes que visualizar antes de dormir. Yo lo hice, y como a los dos meses me despertó la luz de una pantalla que decía ‘catering’. Al día siguiente me invitaron a una cena, y ahí estaba Carlos Romero, que iba a abrir un restaurante y me dice: ‘Quiero que me hagas los canapés y el banquete’.

Así empezó todo, me fueron llamando, nunca me anuncié. Fui aprendiendo, creciendo, siempre haciendo un trabajo que sorprendía. Empecé a llevar músicos; luego conocí a un decorador extraordinario de Nueva York, que venía de vacaciones, hicimos un evento y le dije: “Quiero que hagas todos los eventos que me están pidiendo”. Fuimos los primeros en poner medallones de velas flotando en la alberca para ponerle magia al evento; y así empecé a tener una gran clientela, como los varones de Portanova y todo el jet set de Acapulco. Así surgió lo de wedding planner, porque me ocupaba de todo, hasta del valet parking y la lista de invitados.

¿De quién heredaste la pasión por la cocina?

Mi familia es de Guanajuato, somos descendientes del conde de la Valenciana, y mis ancestros venían de Escocia. La cocina europea mezclada con el toque de la sazón mexicana por parte de la abuela fueron el detonante, porque la comida era algo importantísimo en la casa de mis abuelos. Siempre comí delicioso. Cuando me fui a estudiar a Suiza, decía: “Sí, la comida italiana, francesa, suiza están muy ricas, pero le falta algo”. Cuando regresé a México recopilé recetas de las abuelas en Puebla, y empecé a investigar, lo que me permitió escribir libros, y que han sido mi inspiración. Así es como empecé a dar a conocer la cocida mexicana.

¿Cómo fue cocinarle a la reina Isabel?

Le di picaditas y quesadillas de queso con una salsa molcajeteada y unos taquitos de pollo con cilantro, cebollita y guacamole que hacía mi mamá; el embajador me dijo: “Es el mejor banquete que le han servido a la reina”. Limpió el plato, le fascinó la comida.

¿Qué te gusta comer?

Me gusta comer sabroso, que no sea grasoso, me encantan las verduras; mi marido es vegetariano, entonces como tortitas de papa y de huauzontle, hierba santa con tomate verde, calabacitas, pero también pescado, foie gras. Me gusta lo sabroso.

¿Disfrutas de los mercados?

Son lugares donde encuentro mucho conocimiento. Si voy a hacer un evento en Valle de Bravo, voy al mercado a ver qué hay, si encuentro a un señor haciendo jabalí, lo contrato para dar taquitos de jabalí; si veo a uno que hace nieves artesanales, también... es muy importante que a donde vayas, sepas qué ingredientes hay y consumas los alimentos que preparan con ellos.

Heredaste tu pasión a tu hijo

Sí, es una de las grandes bendiciones que tengo, mi familia, mis dos hijos estudiaron hotelería en la misma escuela que yo; mi hija se casó luego luego, y me ayudaba en los banquetes. Desde los siete años Lalo hacía sus huevos revueltos con chile piquín y limón; ahora ya tiene maestría en hotelería, es un genio para la cocina. Desde que tenía 14 años me acompañaba a todos los festivales. En Australia nos quedábamos un mes, en Hong Kong otro; fuimos a Corea, y en Malasia servimos una cena al rey en Kuala Lumpur. 

Claves

Homenajeada

En el reconocimiento, en el que recibió la presea que diseñó Daniel Espinosa, estuvo acompañada de su esposo, Mario Wichtendahl, y de su hijo Eduardo.

Historia

Banquetes Susana Palazuelos nació en 1977, realiza hasta 120 eventos al año en el puerto de Acapulco, y en otras partes del país.

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Adriana Jiménez Rivera
  • Adriana Jiménez Rivera
  • [email protected]
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en Notivox DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.
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