¿Se imagina una torta de un kilogramo? ¿Un huarache de 30 centímetros? En el Restaurante La Luna, se sirven platillos para los más grandes paladares. Durante los nueve años que lleva abierto en Durango, se ha ganado una fama de ser una comida abundante.
Itzel Gutiérrez, de la familia propietaria del negocio, habla que el tamaño y el sabor los definen, fue su madre la que al regresar de Estados Unidos decidió comenzar con la idea del restaurante con platillos de mucha cantidad.
Dijo que con los años el menú ha variado conforme los clientes se lo han propuesto y aunque al inicio creyó la familia que no funcionaria una nueva versión de alimentos tradicionales mexicanos, el restaurante se mantiene en la mira de la gente para saciar el hambre.
Gutiérrez dijo que la gente a pesar de conocer la comida por fotografías llegan al restaurante y piden los platillos, aunque no los alcanzan a terminar, que es para cuando menos dos personas.
La fama del restaurante ha sido porque entre los comensales comentan que no pueden terminarse la comida, lo abundante que es y los implementos especiales como panes o tortillas enormes.
No solamente acuden personas de Durango, sino que la fama del restaurante ya llegó a Sinaloa y se tienen visitas frecuentes, incluso de Estados Unidos.