Puerto Escondido, en la costa oaxaqueña, es el sitio elegido por la Fundación Casa Wabi para desarrollar un museo vivo que enfatiza el diálogo entre las comunidades locales, los artistas y sus creaciones. Se trata de un hermoso espacio fundado por el artista Bosco Sodi, bajo la dirección de la curadora Patricia Martín y erigido por el arquitecto Tadao
Ando, el cual alberga un gran jardín escultórico, seis residencias, un salón de usos múltiples, biblioteca y un par de estudios; pero lo mejor de todo es lo que ahí va a nacer.
La idea es convocar a artistas de cualquier disciplina y nacionalidad que serán seleccionados por un comité, para que permanezcan en Casa Wabi de 15 días a tres meses y creen propuestas que involucren a los locales, en especial a los niños y jóvenes. Todo ello crea un ambiente propicio para el arte, la comunicación y el aprendizaje a partir del intercambio, de compartir lo que unos y otros poseen, incluyendo la naturaleza.
Nadie queda excluido de esta experiencia artística basada en la estética japonesa wabi sabi, que busca la belleza en el accidente y en la profundidad. También se llevarán a cabo encuentros, talleres y pláticas. Además cuentan con un programa de cine a cargo de Producciones Mantarraya que promete la realización de documentales y estrenos de películas.