Para cumplir con el reglamento urbanístico del pueblo de Valle de Bravo, la fachada exterior de Casa Díaz fue diseñada con un doble lenguaje. Hacia la calle, la fachada es tradicional regional, con teja, madera y piedra natural, mientras que hacia el lago presenta una visión dinámica, abierta y sorpresiva.
Productora, un estudio de arquitectura joven conformado por cuatro socios de diferentes nacionalidades, Abel Perles de Argentina, Carlos Bedoya y Víctor Jaime de México y WonneIckx de Bélgica, fueron los encargados de diseñar la casa con un ensamble multicultural muy interesante.
Casa Díaz fue concebida como una serie de espacios que fomentan el concepto de habitar dinámico, donde la arquitectura establece un diálogo y mímesis con el exterior en su fachada hacia la calle, mientras que ofrece un mundo completamente diferente al adentrarse.
La vivienda se localiza en Valle de Bravo en el Estado de México, tiene una extensión de 450 m2 y fue terminada en 2011.
Con el objetivo de maximizar el uso del terreno y establecer un recorrido dinámico, los arquitectos plantearon un esquema arquitectónico de tres volúmenes superpuestos a manera de zigzag. El diseño también buscó optimizar las vistas hacia el lago gracias al uso de cristaleras en las tres fachadas al lago, para dar un panorama ideal desde cualquier nivel.
Para aprovechar el desnivel del terreno, se optó crear tres terrazas jardín en los tres niveles. Estos espacios fueron diseñados para disfrutar del lago y pasar tiempo al aire libre. Como resultado de la formación del proyecto, también se definieron patios irregulares que, de ser necesario, pueden ser utilizados como una alternativa a las terrazas.
En el interior, los patios y las escaleras unifican toda la casa y establecen un contacto directo entre los diferentes niveles. El diseño interior es mínimo, con acabados de madera en muros y piedra natural oscura en pisos. En esencia, Casa Díaz conjuga lo tradicional con la lógica de lo dinámico.