En Torreón, Matamoros y Viesca existen 155 negocios purificadores de agua, de estos 115 son máquinas expendedoras, presentan riesgo pues el comprador es quien debe asear el garrafón antes de llenarlo, ahí es donde pueden presentarse problemas de contaminación.
José Luna Rojas, titular de Regulación Sanitaria de la Jurisdicción Sanitaria número seis, da a conocer que hasta el momento se han realizado 60 muestras y se ha sancionado a cinco empresas por trabajar fuera de la norma, asimismo se aplican sanciones económicas que van desde seis mil hasta 25 mil pesos.
"Existe un programa bien establecido para verificación de los establecimientos donde se vende agua para consumo humano. Se realiza la toma de muestra del producto que se ofrece al público y es de carácter permanente".
"En lo que se refiere a la Jurisdicción seis se tienen 155 negocios de purificación de agua, mismos que se dividen en plantas purificadoras que son lavado de garrafón y expendio, [OBJECT] otros que son purificadoras y repartidoras y la gran mayoría que son las máquinas expendedoras de agua purificada", señala.
Señala que existen riesgos que deben establecerse en la modalidad de adquisición de agua por las máquinas expendedoras en diez pesos, pues este dinero sólo ampara el llenado del garrafón, no implica que el aseo en este lugar.
"Sacan diez pesos por cada garrafón. Lógicamente aquí existen riesgos que tienen que establecerse pues al no proporcionar la empresa el garrafón, se está obligando al consumidor a llevarlo en buenas condiciones".
"En la toma de muestra se verifica sólo el líquido, en las otras se verifica el líquido dentro del garrafón. En la máquina expendedora nos deben de abrir para supervisar las condiciones en las que se encuentra el tinaco y el sistema de purificación. Ahí nosotros les pedimos que cuenten con bitácoras de aseo, sanitización del equipo además del análisis bacteriológico del producto terminado".