Las condiciones de algunos vecinos de colonias como la Santiago Ramírez son más vulnerables en esta temporada invernal, derivado de la contingencia por las lluvias, que les costó dónde dormir y lo necesario para cubrirse del frío.
Es el caso de María Margarita Becerril Rodríguez, quien habita en la calle María de la Luz y perdió las camas, cobijas y muebles tras las inundaciones acontecidas durante la primera quincena de septiembre.
“Ahorita hemos estado batallando mucho porque perdimos dos camas y los muebles. Lo que estamos haciendo es dormir en un colchón que me prestaron, pero que también ya está muy deteriorado”.
Recuerda que durante las inundaciones el apoyo que recibió provino en su mayoría de la Cruz Roja mediante despensas, ahora a dos meses de distancia, las secuelas de lo que fue la inundación más grave en años recientes continúan.
“Pediríamos que nos ayudaran con lo que se echó a perder, en mi caso no he recibido muchos apoyos porque ando trabajando. Nada más nos dieron unos hules y algo de comida cuando venía un camión cuando estaba la lluvia”.
Sobre el tema de empleos temporales y demás apoyos dice no saber mucho porque como sale todos los días a laborar temprano no le notificaron nada.
En su caso vive con sus tres hijos y con ellos debe acomodarse por las noches para no sentir frío ante la falta de cobijas, debido a que su casa todavía está conformada en su mayoría por láminas.
“Siempre es así y de hecho a ellas las reportaron, salió en las noticias que estaban brincando a la gente y no sabemos nada”, dice con respecto a que las personas afiliadas a algún partido reciben apoyos gubernamentales.
Antecedente
La colonia Santiago Ramírez fue de las más afectadas hace dos meses por las lluvias extremas que registraron en la ciudad una precipitación superior a los 80 milímetros de agua y fue uno de los sectores en que varios de sus pobladores tuvieron que ser evacuados por unos días.
No fue el caso de Margarita, quien pese a que el agua ingresó a un metro de su hogar permaneció ahí para asegurar que los documentos y todo lo de valor no se perdiera.
Sin embargo, también perdió la estufa y su refrigerador que no ha podido desechar porque no hay forma de sacarlo.
