"Es una bendición llegar a los 18 años, el sacerdocio es un regalo de Dios para toda la Iglesia, no somos nosotros, es Dios quien nos elige", fue lo primero que expresó el padre Rafael López Solís, en la misa de acción de gracias que ofreció en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en Torreón, Coahuila, la tarde de este martes, acompañado del vicario Juan Fernando Navarrete y del seminarista Marcelo.
A pesar de la lluvia que se presentó en la ciudad, varios feligreses se congregaron en el templo para agradecer, felicitar, pero sobre todo, para orar por el ministerio del párroco.
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Un aniversario diferente
Año con año, el padre Rafa y los grupos de laicos comprometidos en las actividades de la Iglesia organizan fiesta, antojitos y música para festejar al sacerdote, en cambio este año dijo él mismo que se trató de un aniversario diferente, ya que no se sintió con ánimos de celebrarlo en grande, debido a que su madre, la señora Juana María Solís, será intervenida la mañana de este miércoles.
"Dios tiene unas formas muy hermosas de enseñarnos su palabra, hombre de poca fe, ¿Por qué dudas?, ¿Por qué tienes miedo?, nos dice en el evangelio, y en estos días que he platicado con mi mamá me compartía que ella no tiene miedo, bien valiente mi madre, estos discípulos que escuchamos en el evangelio dicen, somos esos hombres temerosos que deben confiar en el Señor, y debemos de confiar no en nosotros, no en la ciencia, platicaba con el médico que operará a mi mamá, un jovencito de 30 años, yo lo veía y me explicaba todo lo que le iban a hacer a mi mamá, todo en el nombre del Señor, soy sacerdote, creo en Dios, creo en su amor, en su misericordia, en su perdón, pero el ser humano, el hijo es hijo, y yo no dejo de ser hijo, aunque sea cura y tenga 30, 40 o 60 años, no dejas de sentir", expresó el padre conmovido hasta las lágrimas.
Un camino de fe y servicio
Dijo estar consciente de que es un aniversario muy distinto, "un aniversario muy diferente, lo he festejado con alegría, música y comida, pero hoy lo celebramos de una manera especial, con eucaristía, que es lo más importante, y lo único que me consuela es lo que dice el Señor, voy a estar contigo siempre, así que yo ya entregué a mi mamá y les pido la encomienden en su oraciones".
Compartió el padre que como párroco en Nuestra Señora de Fátima en breve cumplirá cinco años.
"Desde que me ordené, empecé en el Seminario, también estuve en España, Guadalajara, San Pedro, Coahuila, luego en Torreón, he estado atendiendo Casa de Jesús, Casa de Cristiandad, Casa de las Margaritas, La Divina Providencia, ya casi 15 años en Comunicación de la Diócesis de Torreón, en el periódico de la Buena Nueva, que ya no se imprime pero sigo de director de Comunicación y en la Parroquia de Fátima, han sido muchos lugares".
Acompañar a quienes más lo necesitan
En su caminar sacerdotal se ha quedado con infinidad de satisfacciones, pero las que más han llenado su corazón son, "ayudar a las personas, eso es lo que me ha dado mucha más satisfacción, acompañar a los que sufren, a los hermanos que buscan a sus seres desaparecidos, a los migrantes, a los enfermos, eso es lo que da más satisfacción, es muy bonito acompañar a todos, me siento un hermano en el camino y aquí en estas comunidades, tú sabes que necesitan mucho del acompañamiento espiritual sacerdotal".
Llamado a la oración y vocación
Para finalizar, el padre Rafa brindó el siguiente mensaje a los feligreses, "sigan orando por los sacerdotes, sigan pidiéndole a Dios, en este mes tenemos en el Seminario jóvenes que desean ser sacerdotes, este mes lo dedicamos a la pastoral vocacional, todo julio, y de manera especial se llevará a cabo el Pre-Seminario, del 14 al 20 de julio, en el Seminario, donde están los jóvenes que desean ser sacerdotes".
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