En una gira de trabajo por Chilpancingo, la titular de Sedatu, Rosario Robles Berlanga, escuchó las quejas de los damnificados por los fenómenos meteorológicos Manuel e Ingrid, ante los defectos que registran las viviendas construidas en el fraccionamiento El Mirador.
Los afectados se le acercaron para informarle que a nueve meses de estar en dicho lugar, todavía padecen la falta de servicios, así como las afectaciones que originan los defectos en la construcción de las viviendas, como la filtración de agua.
Robles Berlanga llegó al Mirador al mediodía, acompañada del gobernador, Rogelio Ortega Martínez y del alcalde Marco Antonio Leyva Mena.
También estuvo el delegado de Sedatu en Guerrero, Alfredo Fernández Peri y todo su equipo de colaboradores.
La intención era supervisar el avance de las casas, que a dos años, todavía están inconclusas.
Parte de los damnificados se acercaron al delegado Fernández Peri, así como al alcalde Marco Leyva para plantearles el problema que enfrentan por la falta de agua potable, y la ausencia del retorno que conecta con la vía de entrada a la colonia La Cinca, pues actualmente deben hacer un largo recorrido por la autopista del Sol para trasladarse hacia Chilpancingo.
Los pobladores denunciaron que llevan alrededor de siete meses sin agua y que en varias viviendas tienen goteras por donde se filtra el agua, asimismo aseguraron que las viviendas que edificó la empresa CasaFlex han sido reparadas en tres ocasiones, y "aun así siguen filtrando el agua".
Fernández Peri aseguró a los vecinos que ya hay un compromiso de hacer el puente con el fin de evitar el retorno que da vuelta en la caseta de la comunidad de Palo Blanco.
El alcalde Marco Leyva pidió a los vecinos paciencia para gestionar el puente y se comprometió a llevar a la comunidad agua potable en pipas.
Ante los reclamos de los vecinos, Robles pidió compresión, pues apenas llegó a la Sedatu, sin embargo, dijo que se hará lo posible para terminar pronto.
Gobierno, sin responsabilidad de reubicar casas en zonas de riesgo
En entrevista, la funcionaria dijo que el Mirador fue destinado para gente que vivía en una zona irregular y que "el gobierno federal no tiene responsabilidad de dar vivienda a gente que vive en zonas irregulares, pero por un gesto generoso el Presidente les otorgó una vivienda".
"Estamos tomando la secretaria, yo desde un punto arquitectónico no puedo decir nada. Estamos tomando las decisiones con las empresas que están responsables para que se tomen medidas", respondió sobre las irregularidades reportadas por los vecinos.
La funcionaria federal reconoció que en el Mirador aún falta la introducción de servicios como drenaje, agua potable, además de taludes para prevenir algún daño por deslave, y señaló que "no será rápido".
En el fraccionamiento El Mirador, situado al sur de Chilpancingo, se han edificado 598, de las mil 100 viviendas que prometió Sedatu, en dicho lugar se pretende reubicar a más de 800 familias que perdieron sus viviendas en septiembre del 2013 tras el paso del huracán Manuel.
Hasta el momento se han entregado cerca de 50 casas y aún no hay plazo para entregar las demás.