Los padre de los 43 normalistas y organizaciones sociales marcharon por el municipio de Iguala, Guerrero, con la consigna de no cesar la lucha "hasta el último aliento, no vamos a parar".
La movilización se desarrolló sin violencia, únicamente algunos jóvenes encapuchados realizaron pintas a lo largo de la movilización.
El contingente colocó ofrendas florales en dos los memoriales construidos en honor a los tres estudiantes que murieron el 26 de septiembre de 2014.
Una de las estelas fue colocada en la esquina de la calle Álvarez y Periférico Norte, donde murieron Julio César Ramírez y Daniel Solís, la otra en las orillas de la ciudad industrial, donde se encontró el cuerpo desollado de Julio César Mondragón.
En estos lugares se pidió un minuto de silencio para honrar a los estudiantes y se realizaron oraciones.