Yolanda Flores Garza, abuela de los niños que fueron agredidos por su madre en la colonia Rincón de Cumbres, pidió que las autoridades traten a su hija como una víctima más de violencia intrafamiliar.
"No se ensañen con ella, es una víctima. Este mundo en el que estamos, ¿es tanta la violencia que tiene que sufrir?
"Nosotros ni siquiera alcanzamos a comprender qué fue lo que pasó. Mi hija debió haber pasado por algo muy difícil para haber hecho esto", mencionó.
Aseguró que Andrómeda Elisa Cordero Flores tenía problemas en su matrimonio, pero que tanto ella como su yerno, Jesús Campos, eran muy reservados.
"Esta tragedia ya venía de atrás. Hace varios días mi hija había tenido un altercado muy fuerte con mi yerno", manifestó.
Por su parte, Mauricio Castillo, abogado que tomará la defensa de la agresora, confirmó que la mujer recibía atención psicológica por un acuerdo que hizo con su esposo, quien se comprometió a internarse en un centro contra adicciones.
Manifestó que José Campos, padre de familia, estuvo internado durante unas horas en un centro de rehabilitación.
Según la versión de la mujer, el personal de un centro de rehabilitación llegó a la vivienda el lunes, día del crimen, y se llevaron al hombre en camisa de fuerza.
El abogado dijo que su cliente recordó haber recibido una llamada de los abogados de su esposo, a quienes les aclaró la situación de su promesa.
Posteriormente recibió una segunda llamada telefónica, y aunque no recuerda de quién era, decidió tomarse un par de tranquilizantes y después despertó en el hospital.