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Ir al molino de nixtamal, una tradición arraigada en la colonia Buenos Aires

La costumbre aún persiste porque los vecinos siguen haciendo tamales para la cena navideña.

En el exterior de un domicilio ubicado en Monterrey se alcanza a leer la leyenda “masa de maíz, 100 por ciento blanca para tamal”. Este mensaje sirve como preámbulo para recibir en el molino de nixtamal a las decenas de personas que hoy prepararán tamales para la cena de Nochebuena.

Desde hace más de 40 años, doña Ofelia Roque Martínez tiene un negocio en el que ofrece masa, ya sea para tortillas o para tamal, la que más se solicita en esta época de fiestas decembrinas.

Según doña Ofelia, la historia de este molino, ubicado en la avenida Chapultepec, en la icónica colonia Buenos Aires, viene de tiempo atrás. Esto porque cuenta, el lugar tiene una larga tradición.

“Tengo más de 40 años, aparte otra señora lo tuvo 20 años antes que yo, fueron ya 60 años en este mismo lugar”, recuerda.

Para Roque Martínez, convertir los granos de nixtamal en masa es un ritual bastante simple.

“Se echa al molino, luego se le prende aquí, ahí está cayendo la masa, le pones más, es todo”, comenta doña Ofelia, al tiempo que vacía una pequeña canasta con maíz en la parte superior del molino.

La única variación, dice, es al momento de operar la maquinaria, ya que se debe apretar o aflojar el nivel de molienda que necesita el maíz, pues puede utilizarse en tamales o en tortillas, según la preferencia.

“Usted sabe que la masa es diferente, si usted me dice, démela para tortilla, si usted me dice, démela para tamal, le aflojo aquí, la masa sale arenosa, sale pues para tamal.

“La masa de tortilla está remolida, con esta podemos hacer la tortilla, si yo quisiera vender tortillas puedo hacerlo, pero si ya piden esta masa arenosa, yo ya no puedo hacer tortillas, sí se pueden sopes y esos detalles, pero una tortilla ya no, porque esta es especial para tamal”, explica.

Doña Ofelia es muy incisiva al momento de hablar de la calidad de la masa que hace con su molino, no solo por el nivel de artesanía con que se realiza, sino por la calidad del maíz, además de que no lo resuelve, como ella menciona, con masa comercial.

“Yo pongo maíz, es puro maíz, yo no pongo maseca, ese trabajo yo lo hago, pido el maíz bueno. Esta masa, así como yo la vendo, puede durar hasta tres o cuatro días en el refrigerador y no se hace nada, al hacer los tamales es lo mismo, en esta textura de masa, se hacen mejor
“Les hago la cordial invitación a que vengan por verdadera masa, aquí no se revuelve Maseca, es puro maíz”, dice.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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