Eran las ocho de la noche y el termómetro marcaba 7° centígrados, con lluvia dispersa en la ciudad de Torreón, pero la condición del clima no fue impedimento para que decenas de personas esperaran por más de treinta minutos a las afueras de la panadería y churrería "La Marquesa".
El antojo pudo más que el frío para los y las comensales, que bajo la lluvia esperaron para ser atendidos y llevar churros recién hechos a sus hogares.
Juan de Dios Cruz, encargado del negocio, dijo que en época de frío y lluvia las ventas se elevan hasta en un 200 por ciento.
Este establecimiento tiene 60 años de tradición en Torreón, se ubica en calle Allende y Ramón Corona, en el centro de la ciudad. Abre sus puertas a las 8:00 de la mañana y las cierra hasta que el último cliente se vaya a su casa con los deliciosos churros y su antojo cumplido.