A pesar de la fuerte inversión que erogó el Gobierno el Estado en la ciclovía que se encuentra en la carretera Torreón-Matamoros, que incluye además otras obras que fueron en conjunto por el orden de los 110 millones de pesos, este proyecto en la actualidad se encuentra en mal estado, descuidado y además es poco utilizado.
Lo anterior, pese a que las ciclovías construidas durante el crecimiento de una ciudad no solo deberían prevenir el tránsito desordenado, sino también enseñar a los ciudadanos a moverse en medios de transporte alternativos, evitar la contaminación y mejorar la calidad de vida de la población.
Es cierto que la mayoría de las personas ven al automóvil como el medio de transporte por excelencia, pero con el paso del tiempo han surgido una mayor cantidad de ciudadanos que buscan alternativas más ecológicas y optan por usar la bicicleta como medio de transporte principal.
De lo anterior, nació la iniciativa de crear una infraestructura que resultara segura y eficiente para los usuarios de las bicicletas, por eso se instaló en la ciclovía en la carretera Torreón-Matamoros entre los años 2018 y 2019 ,el cual significó un gasto importante para las autoridades estatales.
En conjunto con la ciclovía, se instalaron puentes peatonales, parabuses, drenaje nuevo, alumbrado y pavimentación para que pudiera funcionar adecuadamente, y soportar el peso del camión del sistema metrobús. Pero en la actualidad, la realidad es otra: la infraestructura está en malas condiciones y no es utilizada correctamente.
La mitad de las ciclovía se encuentra en mal estado
Durante un recorrido por la carretera Torreón-Matamoros, se pudo constatar que el área de la ciclovía presenta fallas en la superficie de rodamiento, no tiene balizamiento correcto, muchas de las piezas de concreto que hacen las veces de bolardos para delimitar el área de la ciclovía están dañadas y algunos tramos están destruidos o ya no existen por accidentes automovilistas.
En el municipio de Matamoros e incluso en Torreón, es mínima la infraestructura que existe para los ciclistas, por lo que es lamentable que la poca disponible se encuentra en pésimas condiciones.
Al parecer, algunos comerciantes optaron por retirar las piezas de concreto que la delimitan para colocar sus anuncios o los productos que venden. Un caso en concreto es el propietario de un vivero ubicado en la zona, quien aprovecha el espacio para colocar sus plantas sin importarle obstaculizar el paso a los ciclistas.
Debido a la falta de las bases de concreto, es común observar vehículos invadir la vía de ciclistas, situación que, hasta el momento, ha sido ignorada por quien se encargará del mantenimiento de las ciclovías.
Exceso de maleza y falta de señalización ponen en peligro a ciclistas
Fernando López tiene su domicilio en Torreón, todos los días se transporta en bicicleta a Matamoros para trabajar.
“Pasó por aquí muy seguido y la verdad sí estaría bien que le dieran una manita de gato a esta vía”, expresó.
La ciclovía está tanto en el carril de ida como de venida e inicia desde el punto donde se ubica el ejido San Miguel y se extiende desde ahí hasta poco antes de entrar a la ciudad de Matamoros.
Si bien se construyó con el fin de ser una vía independiente que facilitara el tránsito de las bicicletas y la seguridad de sus dueños, los ciclistas batallan para circular a través de estos espacios debido al exceso de maleza y la falta de señalización, por lo que tienden a salirse de la ruta, causando molestias en los automovilistas y arriesgando su propia vida.
Aunando a lo anterior, Fernando López asegura que en las noches está bastante obscuro.
"Ahí hace falta que pinten las líneas de pintura de color fosforescente porque está bastante oscuros y eso puede ocasionar un fatal accidente”.
Cabe mencionar que en el recorrido realizado por MILENIO, se observó que el exceso de basura regada en las ciclovías genera un tráfico lento sobre las mismas, o bien, los ciclistas deben salirse a la carretera para esquivarla.
Sgg