Pequeños, adultos y ancianos corean "voy a reír, voy a bailar, vivir mi vida", mientras piden que se respete el "modelo ideal" de la familia: el matrimonio entre un hombre y mujer. A pocos metros de distancia, alrededor de mil 500 a personas a favor del matrimonio igualitario y la diversidad sexual piden respeto a los derechos humanos y que no se segregue al sector LGBTTTI.
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Ambos contingentes están reunidos en la glorieta del Ángel de la Independencia; sin embargo, los asistentes no conviven en el mismo punto: vallas metálicas y policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina impiden que personas de ambas concentraciones se crucen.
"Juntos, pero no revueltos", grita una drag queen mientras sostiene una bandera multicolor y baila al ritmo de "Eres bello" de Alejandra Guzmán.
En lo que coinciden los asistentes de ambas movilizaciones es que están abiertos al diálogo y que todos tienen derecho a expresar su opinión en las calles; en lo que discrepan es en el modelo de familia, mientras unos aseguran que debe ser entre un hombre y una mujer, otros plantean que las familias no deben seguir un modelo y que éstas deben ser universales.
"Todos somos personas, esto no es para quitar derechos es para dar derechos que todo mundo merece y debe tener. Es algo natural y todos somos iguales", asegura Guillermo, quien llegó con sus amigos desde las 11:00 horas al Ángel de la Independencia.
Del otro lado, personas vestidas de blanco y con banderas en las que se lee "Yo estoy a favor del diseño original" bailan y gritan: "Educación sin ideologías, por nuestras familias" y "Familia unida, nunca será vencida".
Mientras caminan por Paseo de la Reforma, algunos aseguran que están en contra de la ideología de género y de la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto que pretende modificar el artículo 4°constitucional y el Código Civil Federal para garantizar el matrimonio igualitario.
Regina, quien marcha con su sobrino de meses en los brazos, asegura que marcha para conservar la institución del matrimonio y porque está en contra de que quieran educar a sus hijos "en una sexualidad que no respeta lo natural y que no está encaminada al amor".
Del mismo lado del Ángel de la Independencia, varios grupos portan pancartas en las que se lee el #NoTeMetasConMisHijos. La razón, aseguran, es que la intención de la familia es procrear y "cuando alguien quiere afectar a nuestros hijos, los papás tienen que levantarse".
Mientras este grupo marcha, niños que van desde los tres hasta los 15 años, ya no bailan ni cantan las canciones de Coldplay que suenan en las bocinas del templete, están sentados en las banquetas mirando al piso.
ACJ