Este miércoles, los lerdenses celebraron la imposición de la ceniza, una de las tradiciones más importantes para los fieles católicos, acto que marca el inicio del periodo Cuaresmal y los preparativos para la Semana Santa.
A lo largo del día, las personas se fueron congregando en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada frente a la Plaza de Armas.
EL párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón, Roberto Tabares, hizo un llamado a la reflexión, al arrepentimiento y a la comunión con Dios por medio de Jesús.[OBJECT]
"En este día se inicia un tiempo espiritual particularmente importante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor", dijo.
De acuerdo con el sacerdote, el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente se hace como respuesta a la Palabra de Dios, que nos invita a la conversión, como inicio y entrada al ayuno cuaresmal y a la marcha de preparación para la Pascua. "La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual".
La ceniza se obtiene de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana, como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.