La iglesia de San Juan de los Lagos ubicada en la colonia Ernesto Herrera en Gómez Palacio además de presentar un aspecto de abandono y deterioro, ahora se encuentra sin bancas y otro mobiliario, luego de que el pasado fin de semana sacaron todo ante la mirada de extrañeza de los vecinos del lugar.
Al parecer fue trasladado hacia la iglesia de San Judas Tadeo ubicada en el fraccionamiento San Antonio de esta ciudad, suceso que investiga la Diócesis de Gómez Palacio pues ignoran quién ordenó esa acción.
Ubicada detrás de las instalaciones de donde estuviera ubicado el Cereso de esta ciudad, en la colonia Ernesto Herrera, está poblada por familias que hace 22 años aproximadamente, luego de invadir estos terrenos y vivir un largo proceso para su regularización, finalmente construyeron sus humildes viviendas.
Fue hace 12 años, cuando un conocido empresario lagunero los apoyó para la construcción de la iglesia de San Juan de los Lagos y también al parecer, consiguieron que se las equipara. Sin embargo, con el paso del tiempo, el templo exhibe una imagen de total descuido y deterioro a tal grado que ha sido visitada por los amantes de lo ajeno.
Ubicada sobre la calle 21 de Octubre y República de China, con el paso de los años comenzó a presentar descuido y en 2014, los delincuentes robaron la campana del lugar.
Mientras que esto sucedía, el deterioro del inmueble cada vez era más evidente, sin que nadie se ocupara de renovar la pintura de las paredes del exterior, sin mejora alguna en su interior y sin que la pequeña área verde fuera atendida, las misas dominicales pasaron a la historia y nadie de los vecinos que profesan la religión católica supieran por qué. Además ya nunca hubo danzas o kermes que se hacían en las fiestas parroquiales.
Lo anterior porque de acuerdo a vecinos del lugar, no ven a un sacerdote.
Solo acudían las señoras que van a dar catecismo, aunque el pasado sábado 15 de octubre, ya no pudieron quitar el candado, situación que ocurrió luego de que un grupo de personas se llevaran las bancas y el mobiliario.
Ahora, piden que la Diócesis pueda atender sus peticiones y que la actividad se restablezca en la parroquia, además de que regresen bancas y mobiliario.
Quedó desmantelada
Frente a la iglesia de San Juan de los Lagos viven el matrimonio conformado por Clara Rivera y Mario Esquivel, quienes desde hace años viven ahí.
En el caso de Mario, él desde los 12 años mora en esa vivienda, en la cual ahora a los 32 años, habita con sus esposa e hijita. Mario manifestó su descontento por el hecho de que un grupo de personas se llevaran las bancas el pasado fin de semana, pues eran utilizadas para que los menores tomarán clases de catecismo.
“Qué mal estuvo eso, yo pido que abran iglesia, que regresen las bancas, nada más las sacaron y las subieron en una camioneta, para eso nada más abrieron la parroquia, pues hace tiempo eso no sucede para ofrecer misa”, dijo.
Su esposa comentó que ellos fueron testigos de esa acción, “yo pensé que era algo normal, pero como que además cambiaron el candado puesto que las señoras del catecismo traían sus llaves y ya no pudieron abrir y eso es lamentable, pues ahí daban las clases a los niños y ya no pudieron hacerlo”.
Ella comentó que hubo un tiempo en el que sí había misas y el párroco de la iglesia del fraccionamiento de San Antonio acudía, “pero ya no, y esta situación tiene desde mucho antes de la pandemia, siempre está cerrado el templo”.
“Está mal porque mire, ya se robaron la campana hace unos años y ahora esto, quedó como desmantelada cuando robaron la campana. La regidora Virgina Leyva, era la encargada de aquí de la colonia, era una buena líder, pero lamentablemente falleció, ella sí hacía por este sector y yo pienso que si ella hubiera estado, no hubiera permitido que se llevaran las bancas, pues defendía a capa y espada todo en este sector, ahora nadie hace nada”, dijo Mario al respecto.
Incluso, su mamá, quien ahora vive en la colonia Las Hortensias, tampoco lo hubiera permitido, “no hubiera dejado que se las llevaran sin explicación alguna, así lo hicieron, se las llevaron para sorpresa nuestra y desagrado, ¿que no sería mejor que regresara la actividad litúrgica para bien de toda la comunidad católica?”.
“La gente debe de apoyar”
Delfina y Dora, están orgullosas de ser fundadoras de la colonia Ernesto Herrera, platican que llegaron ahí cuando era puro monte.
“Invadimos, luego arreglamos con los comisariados ejidales hasta lograr la regularización de estas tierras y empezamos a construir nuestras viviendas con esfuerzo”, manifestó Delfina, quien dijo que ella se convirtió, ya no es católica ahora es cristiana.
Por su parte, Dora expresó que junto con las familias de este sector, lograron que les edificaran la iglesia, pero reconocen que poco a poco se ha venido deteriorando además de que las misas dejaron de oficiarse ahí.
Delfina comenta que la iglesia surgió mucho después, “antes era color rojo, ahora es blanca pero la pintura ya está levantada, se ha deteriorado, yo ahora no soy católica soy cristiana, pero mi respeto por ese lugar porque es casa de Dios; sin embargo, ahí todo se lo dejan a los sacerdotes, la verdad nosotros en nuestro templo ayudamos, barremos. Ojalá los católicos hagan algo por su iglesia”.
Dora como líder, aseguró que iría ante la alcaldesa Leticia Herrera para ver si las puede ayudar con pintura o material para rehabilitar el templo.
cale