En el Congreso de Durango se busca que se legisle la violencia vicaria, que es dañar a los hijos de una mujer para causarle el mayor dolor posible, ya que hay 700 casos en México y en el 90 por ciento de ellos, los agresores cuentan con el apoyo de diversos niveles de gobierno, por lo que se convierte en violencia institucional.
Mónica Peyro, activista de los derechos de las mujeres y niños, recalcó que este tipo de violencia daña a los menores, más que a los padres, por lo que es necesario el tipificarlo a la brevedad para evitar que más infantes sean dañados por estas actitudes.
“La violencia vicaria, es una violencia que las mujeres padecen cuando su agresor, que es el progenitor de los hijos, dándose cuenta, que no las ha dañado lo suficiente por medio de la violencia sexual, física, verbal, psicológica y emocional, recurre a hacerle un daño a lo que más ella ama, que la mayoría de las veces son sus hijos o hijas”, explicó.
Notificó que en la mayoría de los casos, la intervención de los gobiernos, al ponerse del lado del agresor, radicaliza la violencia contra los menores, por lo que se está generando un movimiento a nivel nacional para erradicar estas prácticas.
Peyro acotó que en el país hay aproximadamente 700 casos, donde la intensión principal es que los menores cuenten también con una seguridad, ya que se evitará en la medida de lo posible que sean apartados de sus madres, que es el punto de mayor dolor para las mujeres.
“Su mayor esplendor es la sustracción de los hijos, que es la problemática que hoy aqueja a muchas mujeres en el país. Son ya más de 700 casos en el país, documentados, de violencia vicaria. ¿Qué es lo que se pretende hacer en toda la República y ahora en Durango? Impulsar una reforma de Ley que proteja a los niños, niñas, adolescentes y mujeres de esta nueva tipificación de violencia contra ellos”, narró.
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