El Obispo Alejo Zavala Castro confirmó que el próximo 18 de agosto entregará la administración de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa al sucesor Salvador Rangel, con ello terminarán 24 años de servicio pastoral en el estado de Guerrero.
En conferencia de prensa, Zavala Castro recordó que llegó a la Diócesis Chilpancingo-Chilapa el 19 de noviembre de 2005, después de 15 años de estar al frente de la Diócesis de Tlapa, en donde se encargó de dar cobertura a toda la región Montaña.
Indicó que en enero pasado, con base al Derecho Canónico, solicitó su separación de la Diócesis tomando en cuenta el supuesto legal que establece que una vez que un obispo llegue a los 75 años, debe solicitar la renuncia correspondiente al sumo pontífice.
"Solicité mi renuncia como obispo de esta Diócesis, porque estoy convencido que esta porción de su iglesia necesita un obispo no menguado en su salud ni capacidades físicas para atender debidamente todos los asuntos que el gobierno pastoral requiere".
En febrero, el Papa Francisco le aceptó la renuncia, por lo que el sábado 20 de junio se llevó a cabo el nombramiento de Salvador Rangel Mendoza como sucesor, hasta ahora está a cargo de la Diócesis de Huejutla, en el estado de Hidalgo.
El relevo se consumará el 18 de agosto a las 10:00 horas en la catedral de Santa María de la Asunción, en tanto que a las 12:00 habrá una misa multitudinaria en la plaza de toros Belisario Arteaga.
El obispo Zavala estuvo acompañado por el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, quien reconoció el trabajo desplegado por su homologo durante casi una década en Chilpancingo.
Zavala comentó que se va satisfecho, aunque reconoció que le genera mucha inquietud el alto nivel de violencia que genera la delincuencia, tanto común como organizada en el estado de Guerrero.
De hecho, manifestó que la violencia de la Diócesis le genera más preocupación que la marginación y pobreza con la que lidió durante 15 años en la región Montaña, ya que en los últimos años varios sacerdotes fueron afectados.
Explicó que no se retira completamente del trabajo eclesiástico, pues seguirá oficiando misa, pero ya no estará al frente de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa.
Aclaró que la renuncia la provocaron varias complicaciones de salud, pero no el que haya recibido algún tipo de amenaza por parte de la delincuencia.