El Gobierno de la Ciudad de México anunció la implementación del corredor de transporte concesionado Izazaga-Tlalpan, con el cual dejarán de circular alrededor de 800 microbuses que tienen más de 25 años de antigüedad.
En un aviso publicado en la Gaceta de Oficial por la Secretaría de Movilidad capitalina, se especifica que serán tres rutas, 1, 26 y 111, las involucradas en la puesta en marcha del corredor, que tiene una longitud cercana a los 23 kilómetros y una demanda promedio de 108 mil 480 usuarios.
Los microbuses serán cambiados por camiones menos contaminantes, que pueden reducir hasta 90 por ciento sus emisiones.
“Para el mejoramiento del servicio de transporte público colectivo de pasajeros es indispensable la renovación del parque vehicular obsoleto y contaminante con que operan actualmente los prestadores de este servicio, así como la aplicación de nuevas tecnologías y esquemas de operación para mejorar la atención de los usuarios, con calidad, eficiencia y cuidado del medio ambiente”, se explica en el documento.
Para mejorar la operación del corredor, se establecen varias prohibiciones como estacionarse en las vialidades donde operará el corredor, instalación de puestos y comercio ambulante o cualquier forma de obstrucción de esquinas, aceras y accesos a las terminales.
Además, no estarán permitidos los sitios, bases, lanzaderas y paradas para ascenso y descenso de pasajeros de vehículos ajenos al corredor, con excepción de los ya existentes.
Las autoridades retirarán el equipamiento auxiliar, servicios y elementos incorporados a la vialidad que no sean necesarios para este nuevo esquema.
La Secretaría de Movilidad informó que donde sea posible y necesario el corredor contará con carriles confinados.
“Se debe impulsar la transformación del transporte público concesionado que propicie la conformación de empresas prestadoras del servicio que cumplan con estándares establecidos por la autoridad y que funcionen en el marco de una clara regulación, control y transparencia, privilegiando la eficiencia, bajas emisiones, accesibilidad, confiabilidad, seguridad, comodidad e integración con otros modos de transporte”, señala.
El corredor cuenta con 18 recorridos que abarcan desde el centro de la ciudad a zonas del sur como Huipulco, La Joya, Villa Coapa, centro de Tlalpan, zona de hospitales y la caseta de cobro de la autopista México-Cuernavaca.
En junio pasado se publicó una norma para prohibir, “de ahora y para siempre”, la emisión de concesiones a microbuses para que ya no circulen en la capital.
En lo que va de la actual administración capitalina, que se inició en diciembre de 2012, no se ha otorgado concesión alguna para prestar el servicio de transporte público en microbús, y las que antes se expidieron tienen vigencia de 10 años. En ese mismo mes inició la chatarrización de los primeros mil micros.
La intención de no otorgar más concesiones es que paulatinamente la ciudad se libere de este transporte calificado como uno de los más contaminantes de la capital del país.
Estas acciones forman parte de la estrategia del gobierno capitalino para renovar el transporte público, con el fin de reducir las emisiones contaminantes y mejorar el servicio a los ciudadanos.
De acuerdo con el Inventario de Emisiones Contaminantes, los 18 mil microbuses que prestan servicio en la ciudad emiten 136 mil 159 toneladas de contaminantes al año, es decir, cada unidad que transporta a 60 pasajeros emite 7.5 toneladas por año.
Las 30 mil unidades de transporte público concesionado (micros, autobuses y vagonetas) son la principal fuente de viajes en la Ciudad de México y en la zona metropolitana, al registrar 12 millones de viajes por día.